El descaro con el que actúan no tiene parangón. El nuevo equipo de La Glorieta, formado por Podemos, PSOE y Ciudadanos, asaltó el ayuntamiento de Murcia, en plena pandemia, a base de bulos y falsedades, demostrando que la mentira es su forma de vida y que la moralidad no va con ellos.

La principal diferencia es que para el PP el fin no justica los medios. Hace unos días, conocíamos cómo el Fiscal superior de Murcia archivaba la denuncia interpuesta por Ciudadanos, con la que anunció una falsa corrupción para justificar la moción de censura en Murcia. Pero el daño ya está hecho, y no lo decimos solo por el equipo de Ballesta; lo decimos por el medio millón de murcianos que tienen un gobierno que los desatiende y que no se ha molestado ni en presentar una iniciativa propia.

Pero cada acción tiene que tener una consecuencia y en este caso, pedimos la rectificación pública de Arrimadas y de Villacís por aceptar y difundir las artimañas del concejal de Ciudadanos Mario Gómez. Y él mismo también debe dimitir, como ya lo han hecho todos los implicados nacionales y regionales en la moción de censura de Murcia.

Hoy hacemos un llamamiento a los murcianos para que no olviden esta injusticia y condenen estas prácticas impropias en las urnas. El PP de Murcia, que ganó las elecciones y que estaba gobernando de manera ejemplar, fue asaltado con injurias y calumnias, y ahora la justicia demuestra su inocencia. ¿Quién lo va a reparar ahora?

El ataque y la difamación a personas íntegras, honradas, honestas y con una trayectoria intachable no puede ser gratuito, y en política, como en la vida, no todo vale. Los murcianos necesitan ilusión, convicción y sentir que el ayuntamiento de Murcia es un motor inagotable de acciones e ideas que genera más infraestructuras, mejores servicios y más calidad de vida en el municipio. Por eso, el mayor objetivo del PP siempre ha sido que todos y cada uno de nuestros vecinos se sientan atendidos y respetados.

La izquierda ya no se guía por una brújula, si no por una veleta. La improvisación y la dejadez solo les hace mirar cada día por dónde viene el viento y ante la tempestad, su único salvavidas es la mentira.

Ballesta fue el alcalde más votado de entre las principales capitales de Comunidades autónomas en toda España. Él y su equipo estaban ejecutando sus promesas y su compromiso con todos los vecinos del municipio, llevando a cabo un proyecto de gran ciudad por el que apostaron la inmensa mayoría de los murcianos. Ya sumamos siete meses desde la moción de censura y solo hay que salir a la calle para darse cuenta de lo que está pasando.