Indignados. Hastiados. Estafados. Así nos sentimos los murcianos con los últimos Presupuestos Generales del Estado que vuelven a ningunear a la Región de Murcia.

Son unos presupuestos irresponsables, irreales, tramposos y sectarios, pero, sobre todo, son unos presupuestos dolorosos ante la falta de sensibilidad e implicación con el drama del Mar Menor. Ni un sólo euro ha destinado Pedro Sánchez para el Mar Menor a pesar de que, en el año 2019, en plena campaña electoral, prometiera en Los Alcázares poner todos los recursos económicos necesarios para su recuperación. Cero euros, eso es los que vale para Pedro Sánchez el Mar Menor. Ni una partida, ni una dotación. Cero compromisos, cero proyectos, cero inversión. Todo ello a pesar de tener en un cajón el Plan de Vertido Cero, este documento de consenso que cuenta con todos los informes preceptivos y que podría ponerse en marcha mañana mismo si ellos quisieran. Todo ello con el silencio cómplice de los socialistas murcianos que sólo piensan en el Mar Menor para sacar rédito político, pero que, a la hora de la verdad, no aportan ninguna solución. 

Son unos presupuestos irresponsables porque cualquier padre de familia, cualquier ama de casa, cualquier responsable de un negocio, empresa o comercio, sabe que, en épocas de crisis, hay que ajustarse el cinturón, diseñar una política de austeridad y no disparar de manera descontrolada el gasto, justo lo contrario que ha hecho Pedro Sánchez, el dilapidador. Los PGE disparan el gasto, desorbitan la deuda, hacen crecer el déficit y, por si fuera poco, se suben el sueldo disparando el gasto en altos cargos en 108 millones de euros más que respecto al último Gobierno del PP, que pagaremos todos los españoles con ese hachazo fiscal a las familias y a las clases medidas y trabajadoras con esos 80.000 millones de euros en impuestos, que se unirán a la situación insoportable de la luz más cara de la historia y el nuevo impuesto a circular por carreteras con la imposición de peajes: el tarifazo. 

Son unos presupuestos irreales porque no se ajustan a ninguna previsión económica realista y se alejan de todos los informes de los organismos oficiales nacionales e internacionales que dan por desfasado y poco ajustado a nuestra realidad el cuadro macroeconómico que nos han tratado de vender. ¿Miente el Banco de España ? ¿Miente la Airef? ¿Miente el Fondo Monetario Internacional? ¿Miente el INE? O, por el contrario, ¿miente Pedro Sánchez y el Gobierno de España? La respuesta está clara: nadie se fía de Pedro Sánchez. Son unos presupuestos muertos antes de nacer, sin apenas consistencia, sacados del cuento de la lechera y con la misma consistencia que un castillo de naipes.

Son unos presupuestos tramposos porque maquillan y dopan partidas para inflar y esconder un presupuesto esquelético, si lo comparamos con otras comunidades. Un claro ejemplo: la mitad del presupuesto total para la Región, es decir 340 millones de euros, van destinados al S80. Bienvenida cualquier inversión, pero es de primero de economía que estamos ante un gasto coyuntural y no un gasto estructural, es decir, no es una inversión que se quede en nuestra tierra y ellos lo saben perfectamente.

Son unos presupuestos sectarios porque benefician a los de siempre: País Vasco y Cataluña, o lo que es lo mismo, Bildu y ERC, los socios de Pedro Sánchez de los que depende su sillón y su permanencia en el poder. Esta misma semana veíamos cómo se mercadeaba con la memoria de las víctimas y el dolor de sus familias al utilizar como moneda de cambio a presos terroristas que han asesinado a personas inocentes para sacar adelante estos presupuestos infames. Sánchez es capaz de cualquier cosa por continuar en La Moncloa.

Desde el PP ya anunciamos que enmendamos estos presupuestos para corregir esta discriminación y maltrato a la Región de Murcia. Los murcianos no somos ciudadanos de tercera categoría ni la Región es una comunidad tercermundista. Hemos trabajado muy duro para ser una Región libre llena de oportunidades, pero necesitamos una financiación justa y un fondo de nivelación transitorio que los PGE omiten intencionadamente. Con los dos millones de euros al día que nos debe el Gobierno de España se podrían construir 140 centros de salud, 172 institutos, 250 colegios, 100 kilómetros de autovía y 33.000 plazas de residencias de mayores o discapacidad. Los murcianos se lo merecen. Los espacios de libertad económica, baja presión fiscal, simplificación administrativa y eliminación de trabas burocrática del Gobierno de López Miras funcionan y son un caso de éxito nacional. 

No es casualidad que seamos una de las cinco comunidades con mayor crecimiento de empleo ni que se creen ocho empresas cada día, muy por encima de la media nacional ni que seamos pioneros en iniciativas como el aval de vivienda joven. Pero necesitamos que no nos pongan obstáculos para poder seguir creciendo y, sobre todo, que no abran brechas insalvables entre comunidades que nos hagan perder competitividad. Los murcianos necesitan hoy, más que nunca, unos presupuestos justos.