Después de unas hermosas vacaciones en Barranda, me incorporo de nuevo a la vida de siempre. Y aquí estamos, saludando a mis lectores y empezando otra vez la comunicación semanal a la que procuraré ser todo lo fiel que pueda.

Hoy hemos tenido un buen rato de tertulia unos cuantos amigos, todos jubilados y veteranos, todos con nuestros problemas, todos con nuestras dificultades para andar, todos con un puñado de tacos de almanaque a cuestas. Uno de los contertulios ha sido requerido con urgencia por ‘la jefa’ (dice él) y se ha marchado cariacontecido, que es una curiosa palabra que, como cualquiera puede suponer, viene de ‘cara’ y de ‘acontecido’. Pero acontecido es igual a sucedido, ocurrido, algo que ha pasado. ¿Por qué se llama cariacontecido al que lleva esa cara indescriptible pero elocuente? Misterios del idioma. O no tanto, porque el cariacontecido va gritando que algo le ha ocurrido y no precisamente agradable. O que algo le está ocurriendo. Y pone esa cara para que le preguntemos qué le pasa. Negará que le haya pasado algo pero seguirá con su cara de que le ha pasado algo malo. O sea, que pretenderá colocarse en la posición admirable de quien sufre sin quejarse… pero quejándose. Misterios del comportamiento humano.

No seamos malpensados. ¿Qué le pasa? ¿Por qué lleva siempre esa cara? No es posible que siempre le haya ocurrido algo malo. Alguna vez le pasarán cosas buenas. Todo el mundo tiene sus alegrías por escasas y efímeras que sean. O será que el cariacontecido tiene alguna enfermedad crónica, permanente, constante: la enfermedad de la importancitis. Una enfermedad que aún no figura en el catálogo de las patologías. Supongo que la psicología clínica la ha detectado hace tiempo aunque la llame de otra manera. Importancitis es la enfermedad del descontento para quien todo funciona mal porque no funciona como él quiere. El pueblo llano que a veces es sabio y siempre es descarado, dice del cariacontecido que tiene cara de asco.

Robi, mírate al espejo antes de salir a la calle y no pongas esa cara. Obséquianos con tu hermosa sonrisa, que el mundo tiene falta de alegría.

Posdata

Una pequeña reflexión

…Y le preguntaron a Dios: ¿Qué es lo que más te divierte de los hombres?

Él, sonriendo, contestó:

«Que se aburren de ser niños por la prisa de crecer, y luego suspiran por regresar a ser niños…».

«Que primero pierden la salud por tener dinero, y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud…».

«Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro…».

«Que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido».