El Mar Menor lo pasa mal, muy mal; pero no se muere. No se murió por la Dana, y no se muere por esto de ahora. Tiene un cáncer recidivo, pero tiene terapia. Como muchos cánceres de los humanos, hoy en día. Piensen en el 1 de julio de este año: todos esos peces y otras especies, hoy muertos por las orillas del sur de esta laguna costera, estaban vivos. Lo cual quiere decir que aún con el asedio de los nitratos y las porquerías de las gangas mineras, teníamos una población marina extraordinaria. Bien, eso volverá a pasar, más y mejor.

Pero no estoy propugnando el laissez faire-laissez passer, que todo se arregla solo. De ninguna manera. Sucede que no quiero caer en el arbitrismo de ofrecer soluciones salvíficas. Ni tampoco en el fácil: ¡todos los políticos son iguales!, tan socorrido por los indignados de chiringuito y caña. Sólo soy un opinador.

Yo soy de los que abriría el canal de Marchamalo, a tope. Sin ni siquiera las barreras a modo de espigón que lo cierran. La salinidad pretendidamente paradisíaca perdida es un dato menor a la hora de arreglar el desaguisado actual. Ya veríamos de recuperar esa supuesta maravilla. La mancha de verde gangosa y asquerosa busca, de manera natural, irse por ahí: respetemos su decisión, autónomamente tomada. Además, la decisión de dragar es reversible.

También soy de los que urge a que se entube El Albujón y se lleve a la depuradora/desalobradora de El Mojón. El Albujón es un río, ya no una rambla. Tiene su propio acuífero proveedor de agua, el muy superficial y contaminado superáljibe del Cuaternario, continuamente surtido por las salmueras de los regadíos. Idem, con las depuradoras de todo el Campo de Cartagena, más el de Murcia. Un gran tubo con todo, para aliviar de nutrientes al Mar Menor.

Y con las filtraciones más profundas, pues un muro perimetral subterráneo, que detenga la avalancha de masa de los desechos de regadío, que se filtra hasta los fondos del Mar Menor. Sí, esta solución la he leído en los planes de Vox, ¿y qué? Es la manera de salvaguardar riqueza de regadíos y turismo, junto con la salud costera, en el Mar Menor. No cuesta más que un pantano medio. También, esos desechos, hacia el Mojón. ¿Que cuesta mucho dinero? Entre Europa, el Gobierno, la región, los Ayuntamientos y los propios regantes beneficiarios del asunto, se paga tan ricamente.

Sí, al final me he puesto estupendo y canto soluciones. Aplaudo lo de desnitrogenar los abonos en todo cultivo a oriente de la autovía y la compra de terrenos por el Estado. Pero pongan plazos, por favor. Y ¿por qué no? Moratoria de riegos en verano, para evitar las coincidencias con los picos de temperatura.

Hale, ya he acabado de cabrear a todo el mundo. Pueden comenzar a apedrear al pianista.

Ah, y un ojo puesto en la balsa Jenny, una bomba atómica sobre el Mar Menor. Rambla del Llano del Beal.