La mujer más deseada del siglo XX, un objeto sexual creado por una industria cinematográfica que siempre la encasilló en papeles de rubia tonta o cazamaridos. Que no la tomaran en serio la llevó a crearse el personaje más famoso de la historia del cine del pasado siglo. No es otra que Marilyn Monroe. Su figura, la mujer que hay detrás de la estrella de Hollywood, siempre me ha cautivado. No hay columna de verano en que un día como hoy no le dedique unas humildes líneas. 

 Se cumplen 59 años, con apenas 36 de edad, desde que apareció muerta en su cama. La autopsia, como la investigación, nunca aclararon las extrañas circunstancias en las que murió. Muchas son las teorías: un encargo de la mafia para hacer daño a los Kennedy, un suicidio por sobredosis, un recado del hermano del presidente JFK como amenaza por tener información privilegiada y con el fin de callarle la boca que se les fue de las manos, Nunca sabremos realmente qué sucedió y esto sin duda alimenta aún más la leyenda y el mito de la rubia más famosa del cine. 

Hipnótica, atormentada, la mujer detrás del personaje era sensible, divertida, cariñosa y con ganas de superarse. Amó con valentía a pesar de que todos los que pasaron por su cama y por su vida no supieron hacerla feliz. Se sentía sola,, terriblemente sola, todo el que se le acercaba se enriqueció a su costa. No se le permitía tener ideas ni cometer errores. Creía en sí misma, fue una transgresora en la América puritana de los años 50. Era inteligente, aunque se hacía la tonta porque era lo que querían de ella. No acabó el instituto, quiso ser actriz y no dejó de estudiar, tenía un coeficiente intelectual muy superior a lo que los medios de comunicación y la industria del cine decían de ella. 

No utilizaba ropa interior, su tinte de pelo ha pasado a la historia como 'Rubio Marilyn'. De mirada miope y ojos tristes, todo en torno a ella me sigue produciendo ternura,, empatía y curiosidad. 

La escena más famosa, aquel traje blanco vaporoso, en la que enseñaba sus piernas en La tentación vive arriba, se rodó de madrugada y congregó a más de mil hombres y medios de comunicación en cuanto se enteraron. La que iba a ser una escena cómica se convirtió en erótica, jaleada y vitoreada por las hienas que la rodearon. 

Los hombres dicen que me aman, pero ¿a quien aman? A Marilyn.