Después de este largo camino de cuatro años, en el que hemos estado presentes como colegio profesional en el proceso de participación y negociación del proyecto de Ley de Servicios Sociales la Región de Murcia, ha llegado el momento de hablar. Desde el compromiso para con la ciudadanía y con los profesionales de la Psicología.

Hoy, salvo sorpresa de última hora, se aprobará la Ley de Servicios Sociales de la Región Murcia. La futura Ley incluye entre sus fines responder a las necesidades psicológicas (artículo 5.5), reconoce como prestación del sistema, las actuaciones profesionales orientadas a atender las necesidades psicológicas (art. 15) y prevé como funciones de los servicios sociales de atención primaria la valoración y realización de diagnósticos psicosociales (art. 31.c).

Sin embargo, la Ley no prevé que los profesionales de la Psicología formen parte de los equipos que puedan responder a estas necesidades. ¿Quién las atenderá? Les podemos adelantar, que la Ley no prevé que sea un profesional de la Psicología.

La Ley atribuye una posición omnímoda a un único profesional. Un colectivo profesional gana en perjuicio de la ciudadanía. El trabajador social realizará las labores educativas y psicológicas y prescribirá las prestaciones sin contar, ni con un educador social, ni con un psicólogo, cuando Andalucía y la Comunidad Valenciana están garantizando una ratio mínima de profesionales de la Psicología y educación social en sus servicios sociales.

El único profesional de referencia del sistema de servicios sociales será el trabajador social. Los demás profesionales del sistema desaparecemos después de treinta años.

Hoy, después de más de un año de pandemia, todos somos capaces de entender que tener necesidades psicológicas no equivale a tener una patología mental. También entendemos que las patologías e, incluso, las necesidades psicológicas deben ser atendidas por un profesional de la psicología. Las personas encuentran respuestas cuando van al psicólogo y las personas más vulnerables de nuestra sociedad necesitan esas respuestas.

Por otro lado, nos encontramos con unos servicios de salud mental sobresaturados y sobredimensionados. Es el único servicio público, universal y gratuito donde recurrir para recibir atención psicológica pero seguimos haciendo frente a una clara resistencia a introducir profesionales de la psicología clínicos en atención primaria, o suficientes en la especializada, o en desarrollar programas de salud pública con psicólogos generales sanitarios.

¿Por qué se nos aparta del sistema de servicios sociales cuando nuestra realidad cotidiana demuestra que somos más necesarios que nunca?

Defendimos desde el minuto uno hasta el final, con discreción y horas de trabajo, aquellas premisas que habían de sostener un moderno sistema de servicios sociales para convertirlo en el cuarto pilar del sistema de protección social.

Nuestro planteamiento es tan básico que todos los grupos políticos lo entendieron. Cuando hablamos, todos ustedes entendían que los servicios sociales no pueden estar en manos de una única figura profesional, por sesgo e inadecuación de tratamiento de las problemáticas. Entendían que una ley que propiciaba una reserva de ley para un perfil profesional, sin justificación técnica, ni profesional, ni organizativa ni jurídica no podía ser aprobada por un parlamento autonómico.

Les estamos agradecidos por su comprensión y su tiempo, aunque no podemos entender por qué van a aprobar una Ley que nos deja a un lado cuando somos más necesarios que nunca. Esperamos que, al menos, todo este proceso haya servido para que los políticos entiendan que la atención psicológica ha de ser un derecho universal, gratuito y al alcance de todos; un derecho fundamental ligado a la protección de la salud y al desarrollo integral de las personas en sociedad.

Por ello, y a pesar de este revés, seguiremos trabajando para que los ciudadanos y ciudadanas tengan los servicios sociales que necesitan. Trabajaremos para ello porque somos un colectivo que lo ha dado todo desde hace muchos años y que, sólo gracias a su rigor, tesón y buena praxis, ha conseguido convertirse en un referente profesional para la ciudadanía. Continuará.