Oye, tía, que nos lo cierran tó otra vez, pero hemos decidido que ya está bien de prohibiciones y que vamos a hacer lo que veamos bien, lo que nos surja, lo que nos parezca, lo que nos salga, quiero decir, sin reparo alguno, porque, a mí, si me da, me da flojo, y pá uno joven que la palma, pues que no creo que me dé la casualidad, así que me voy de fiesta, de botellón, de rave, de cachondeo, de playa nocturna, a ver si acabamos todos borrachísimos y en pelota, bañándonos de madrugada, aunque nos mojemos, pero no podamos mojar debido al alcohol y a esas distintas cosas que me meto que tan feliz me hacen. Como un hombre, tía.

Bien es verdad que el Jaime está en la UCI, me han dicho que jodido, que lo han puesto bocabajo y lo han dormido, o sedado, o inducido, como se diga, y parece ser que hay más gente joven con covid en los hospitales que de los mayores. Pero yo opino que si vamos a un concierto diez mil y se contagian mil, y de ellos se ponen enfermos de verdad 100, y hospitalizan a 10 y se mueren dos o tres, tampoco es que sea tanto, siempre que no nos toque a nosotros, ni a nuestras familias, ni a las tías que están tan buenas como tú, jajaja.

Y luego está lo que dice mi padre, que me lleva loco con lo de que se están dando casos de contagios de jóvenes a mayores, aunque esté la peña parental ya vacunada. Adiós la Virgen, tía, que ahora resulta que dan positivos los que tienen ya las dos dosis, y que nosotros podemos estar infectados y ser asintomáticos de esos, pero tener capacidad para contagiar a los viejos, la madre que me parió, qué movida más chunga. De momento, no voy a acercarme mucho a mi abuela, que la quiero mucho yo a la mujer, que es la que me ha aguantado desde que era pequeño porque mi madre tenía que ir trabajar, y ya que se ha escapado hasta ahora, si la contagiara yo, me iba a dar mucha pena, que para mí mi abuela es un sagrao.

Y no te pierdas la movida de las mutaciones que lo vi el otro día en las redes. Resulta que, si nosotros nos infectamos mucho, aunque no enfermemos, el puto virus crece y crece en extensión jodedora y puede mutar más, o sea que podemos llegar a crear una nueva cepa a la que no le afecten las vacunas actuales, o sea, que habría que empezar otra vez a investigar y a crear una nueva vacuna para metérsela a todo el mundo, o sea. Esto de las mutaciones es la leche, tía, porque de un virus sale otro más ‘hijoputa’ todavía que el primero, sin enterarse siquiera. Yo le mandé un whatsapp con esta información a todo el grupo de ‘los piraos’, pero el único que dijo algo que no fuera un cachondeo fue el José Luis, que también lo sabía porque lo había visto, y porque su padre le había dicho que si traía el virus a su casa le iba a pegar una hostia como un pan de cinco kilos. De manera que no sé qué hacer con la fiesta de mi cumpleaños, que tú sabes cómo ha sido siempre, en la casa de mi abuela del pueblo, que está apartada y las que hemos liado allí han sido de prenderle fuego a todo, como tú bien sabes, que allí nos lo hemos pasado como en ningún otro sitio, que mi abuela, que es más buena que ná, se va a casa de mis tías tres o cuatro días, y nosotros allí dándole marcha a la cosa. El año pasado fue distinto porque estábamos muy acojonados, pero este va a ser la pera limonera, y me voy a poner la mascarilla en los huevos, tía, que ya está bien de mascarilla.

Bueno, voy a cortar, que me largo a ver si al final entro en Matemáticas con Informática, aunque estoy el número 342 en la lista de espera, pero es que este año lo de las Matemáticas se ha puesto imposible, tía. Y es que no deberían ver solo la nota del Bachiller y la Ebau, sino hacernos algún test para ver quién está mejor dispuesto para, por ejemplo, lo que yo quiero, ser diseñador de videojuegos de guerra total. ¿A que mola? Bueno, si entro, y, si no entro, a ver si mis padres sacan pelas para mandarme a la privada. Chao, guapa.