La Bolsa de Trabajo del Servicio Murciano de Salud es, sin duda, un elemento clave para que se cumplan los principios sobre los que debe pivotar la contratación en la Administración pública: igualdad, mérito y capacidad. Es el método que asegura que los elementos subjetivos de filias, fobias o la mera visión subjetiva/ideológica del empleador no sean determinantes a la hora de contratar a un empleado público y que dichos trabajadores puedan desarrollar un trabajo de la forma más aséptica posible, sin influencia de los distintos cambios de signo de la Administración.

La Bolsa de Trabajo constituye, por tanto, un seguro para sus aspirantes, a los que garantiza un acceso en igualdad de condiciones a la Fundación Pública; y a los ciudadanos, a los que asegura disponer de los mejores empleados públicos.

En la Región de Murcia nos tenemos que felicitar, dado que las Bolsas de Trabajo en Sanidad existen y funcionan, algo que no ocurre en todas las Comunidades autónomas.

Sin embargo, el problema surge cuando el Servicio Murciano de Salud se empeñó, en plena pandemia, en poner en marcha un nuevo reglamento de Bolsa de Trabajo. Esta nueva normativa incluye la autobaremación, que es un gran avance pero que no cuenta con el soporte adecuado para su aplicación.

A pesar de las advertencias que le trasladamos desde el Sindicato Médico CESM, el Servicio Murciano de Salud, con la falta de planificación que suele caracterizarle, inicia un nuevo reglamento sin disponer de los recursos y medios materiales para hacerlo.

Este nuevo reglamento recogía que la Bolsa de Trabajo definitiva sería publicada en un plazo de seis meses. Los médicos aspirantes tuvieron que introducir sus méritos antes del 31 de julio y el Servicio Murciano de Salud nos informó de que los listados definitivos serían publicados a finales del mes de enero de 2021. Actualmente, estamos en el mes de junio de 2021 y todavía no han sido publicados.

Las Bolsas de Trabajo que sí están siendo publicadas (de otras categorías) contienen numerosos errores, ya que el soporte informático tiene que ser depurado. La indignación de los aspirantes va en aumento, en especial la de aquellos profesionales que deberían aparecer en estas Bolsas de Trabajo por primera vez.

Además, la carencia de médicos en la Región de Murcia (y en España, en su generalidad), provoca que las Bolsas de Trabajo de facultativos estén agotadas durante todo el año. Para intentar dar solución a este problema, el reglamento incluye la existencia de los llamados Procedimientos de Urgencia, para poder contratar a esos médicos que no están incluidos en las Bolsas de Trabajo ordinarias (las que, como decía antes, siguen sin publicar).

Sin embargo, esta solución dista de ser la solución dado que los aspirantes en estos Procedimientos de Urgencia se encuentran en una situación de absoluta indefensión. Estos procedimientos se deberían regir por los mismos derechos y deberes que las Bolsas de Trabajo ordinarias, pero no es así. La realidad de estos procedimientos es que los aspirantes no pueden escoger áreas o tipos de contrato; no conocen los contratos que les serán ofertados cuando se inscriben y si rechazan o renuncian a cualquiera de los contratos ofertados, son penalizados.

Para incrementar todavía más su vulnerabilidad, el reglamento se ha estado interpretando de forma distinta en el ámbito de las sanciones y penalizaciones. Es decir, durante el año que el reglamento lleva en vigor, a pesar de no haber cambiado, las sanciones y penalizaciones sí lo han hecho, lo que nos aporta una clara idea de la carencia del soporte legal a aplicar.

Para complicar más el tema, también se han endurecido las sanciones para los aspirantes en las Bolsas de Trabajo ordinarias. Tenemos conocimiento de compañeros que han recibido 6 sanciones en una sola llamada, a pesar de que el reglamento ni recoge ni interpreta tal situación.

La Bolsa de Trabajo, instrumento que debe garantizar los derechos de los trabajadores, se ha convertido en un elemento de discrecionalidad de la Administración en el que las normas cambian según intereses, a pesar de que no exista un soporte legal para dichas modificaciones.

La Bolsa de Trabajo, actualmente, no procura el servicio de contratación de médicos que la población necesita, es más, con el ánimo sancionador de la Administración, es lógico que nuestros profesionales terminen optando por trabajar en otras Comunidades autónomas (e incluso países) en los que cuentan con una mayor cobertura de sus derechos laborales.

A lo anterior se le suma la dramática situación que viven muchas áreas de salud de nuestra Región, con un déficit crónico de médicos que dificulta la asistencia y que engorda las listas de espera. Necesitamos soluciones urgentes y la incentivación del trabajo en las áreas periféricas y puestos de difícil cobertura.

Desde el Sindicato Médico de la Región de Murcia CESM, seguiremos luchando para que la Administración se ciña a la legalidad y a la normativa vigente. Continuaremos defendiendo los derechos de los trabajadores y de la población, que merece una asistencia de calidad sin distinción entre municipios.