El futbol aburrido no debiera tener cabida en el mundo de hoy. El fútbol aburrido es el que sustituye al gol por la posesión del balón. El gol debe ser consecuencia de esa mayoría de posesión de la pelota. La realidad no es así. Que la posesión da gol, tarde o temprano, es un apriorismo dogmático digno de secta. Se llama guardiolismo.

Yo propongo algún cambio de reglas en este deporte, que, excepto en USA, es el rey absoluto. Voy a ello.

1. Hacia atrás, sólo tres pases. Aunque sea en mínimo ángulo con la línea central de la cancha. Al cuarto, falta en contra desde el punto en que el jugador infractor ha jugado hacia atrás. Añado que, al igual que tras de falta por salida del balón del campo de juego o por venir de un contrario, queda anulado el fuera de juego en esta ocasión.

2. Falta técnica para impedir el contra-ataque del equipo contrario, y que dé tiempo al propio al repliegue. Falta, por supuesto, pero tarjeta negra para el infractor, que supone sustitución inmediata de ese jugador, agotando una de las posibilidades de cambio.

3. Cinco faltas contra un mismo jugador contrario, penalti en contra. Sea donde sea que haya sido la quinta falta. Hay que respetar la excelencia.

4. En caso de derribo a un jugador que se encamine solo hacia la portería contraria, penalti y expulsión del infractor, aunque el derribo haya sido fuera, o muy fuera, del área.

5. Los empates a cero significan cero puntos para cada equipo. Sólo valen los empates a uno y sucesivos. Hay que denostar los planteamientos ultradefensivos. En fútbol sólo vale el gol. Salir a empatar debe ser punible.

6. Cualquier mano en el área es penalti o golpe franco indirecto. La única excepción es tener los brazos pegados al cuerpo, y las manos protegiendo los genitales. O cruzados sobre pecho o vientre. No vale ni con las manos apretadas contra los muslos. Ni rebotes, ni sanrebotes. Mano igual penalti o golpe indirecto.

7. Para el fuera de juego sólo vale la línea de los ombligos de los jugadores. Ni pie adelantado, ni hombro. Sólo vale el centro de gravedad de los contendientes. El ombligo señala quién está adelantado y quién retrasado.

El fútbol ganaría en goles, espectáculo y afición, y primaría la calidad sobre la tesonería, el juego marrullero y demás cualidades menores en este deporte. El guardiolismo y otras estrategias también pasarían al panteón de la Historia del Fútbol. Ya está.