Hace sol en la costa de Cartagena. Salitre en la piel, brisa marina, una bebida fresca y algo para picar que venga del mar: mojama, bonito... Una auténtica maravilla, no cabe duda. No obstante, el mar que baña las costas de la Región de Murcia nos ofrece otras maravillas escondidas bajo sus aguas, retos y oportunidades a los que no solemos prestar la misma atención. El Día Mundial de los Océanos, que se celebra hoy, 8 de junio de 2021, con el lema «El océano: vida y medio de subsistencia», es la excusa perfecta para recordarlo y esto es justo lo que pretendemos desde la ONG Cartagena Oceanographic Research Institute (CORI, de aquí en adelante): motivaros a que miréis a este nuestro mar con otros ojos.

En CORI nos hemos propuesto hacerlo y que todo el mundo pueda sentir el océano como parte de ellos, como un elemento fundamental en sus vidas.

El valor de nuestro trozo de ‘costica’ en el sureste es inmenso desde el punto de vista ambiental, cultural, empresarial y social. En sus 250 kilómetros de costa encontramos dos reservas marinas (Cabo Tiñoso y Cabo de Palos e Islas Hormigas) que forman parte de parte de la Red Natura 2000 (una red de áreas de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea), y nos deleitan con un sin fin de especies marinas icónicas, como los meros, a la par que permiten la actividad pesquera tradicional.

A muy pocos kilómetros del propio Puerto de Cartagena o de Águilas, los cañones submarinos se hunden a profundidades de varios miles de metros: un abismo aún lleno de secretos, para pasar rápidamente a grandes llanuras submarinas que encontramos frente a La Manga. Siendo la zona de Cabo de Palos, punto de encuentro de diferentes masas de agua mediterránea y atlántica. 250 kilómetros de paraíso para la oceanografía

No obstante, también hay señales que nos advierten de los riesgos ambientales, económicos, sociales y culturales de no cuidar nuestras aguas. Así, el Mar Menor, una de las mayores lagunas costeras de Europa, insiste incesante en la necesidad de proteger a tiempo nuestro patrimonio natural. No podemos olvidar que el medio ambiente, la economía y la cultura van de la mano. Una cultura vinculada al mar a lo largo de la historia, siendo desconocedores de gran parte del patrimonio sumergido que existe en nuestras costas o de su estado de conservación.

Pero en las orillas de nuestro mar también hay mucho margen para el desarrollo tecnológico e industrial, que alcanza su punto álgido en Cartagena, y que debería de constituir un auténtico polo científico, tecnológico y de I+D+i marina internacional. De hecho, ya lo es y así lo demuestra el gran número de empresas y entidades vinculadas al medio marino: la Base Naval de la Armada, Navantia, la Autoridad Portuaria de Cartagena, etc. Son tradición y son experiencia, pero también son talento, futuro y oportunidad si se crea el caldo de cultivo idóneo para que surjan sinergias entre ellas.

El conocimiento marino también se articula de diversas maneras. Tenemos la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Murcia aunadas en un campus que, cómo no, se llama Mare Nostrum. Sin olvidar el Instituto Español de Oceanografía o los centros de formación profesional, como el CIFP Hespérides o el IES Politécnico. Y, parte indispensable del progreso, dicho conocimiento también se divulga a la sociedad. Sirvan de ejemplo el Museo Naval o el Arqua.

Entonces, ¿qué podemos hacer para fomentar este ecosistema natural, social, industrial y científico? Esta pregunta fue el germen que nos sirvió para iniciar la aventura de crear CORI en 2019. La respuesta no es sencilla: debe hacerse a través de ampliar el conocimiento del océano y acercarlo a la sociedad a través de la ciencia y la innovación tecnológica. Y, con una relación inversamente proporcional entre presupuesto e ilusión, en ello hemos estado trabajando en los últimos años

Tenemos claro que «de Cartagena al mundo», y esto se integra en este instituto de investigación de ámbito internacional que cuenta con un panel de expertos internacionales y colaboradores de diferentes sectores y nacionalidades. Para comprender la influencia de los seres humanos en el océano y la influencia de los océanos en la vida humana, es decir, para fomentar la cultura oceánica, CORI forma parte de la plataforma de promoción de la cultura oceánica europea EU4Ocean y del proyecto español ICONO (Iniciativa para la promoción de la cultura marina y el CONocimiento del Océano). Asimismo, para transmitir dicha cultura oceánica a la sociedad más cercana, hemos iniciado el programa ICUES en Onda Regional de Murcia, reconocido por la UNESCO como una de las actividades de la Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de la ONU (2021-2030). Además creemos firmemente en la capacidad del arte como vía de conexión entre el océano y la sociedad, colaborando recientemente en la exposición Flaurah Cartagenera.

Pero desde CORI no solo hemos difundido conocimiento, sino que también lo estamos generando. Así, fruto de organizar el evento internacional Ocean Hackaton en Cartagena en septiembre de 2020 involucrando a más de veinte participantes, desarrollamos una colaboración con la Asociación Hippocampus para el uso de nuevas tecnologías para la localización de caballitos de mar en el Mar Menor. Porque desde CORI tenemos muy claro que es una inmensa suerte contar con una sociedad civil comprometida, activa y solidaria, y le queremos mostrar qué sucede bajo el agua, incluso desde casa. Para ello hemos realizado la primera emisión en directo de los fondos de la Región de Murcia, gracias al proyecto LoCoBuoy, emitiendo desde el Puerto de Cartagena. Y no nos olvidamos tampoco del patrimonio submarino, ya que recientemente hemos puesto en marcha el proyecto Aladroque, para el estudio del efecto de las riadas sobre el patrimonio sumergido, y que estamos llevando a cabo junto con la Armada Española, la Universidad de Murcia, la Universidad de Cádiz y la Fundación Primafrío.

Pero el desarrollo de la tecnología ‘per se’ no tiene sentido sin un objetivo. Un ejemplo de ellos es el proyecto MIDAS, cuyo objetivo es avanzar en la detección de microplásticos en el agua mediante Inteligencia Artificial, desarrollándose gracias a la participación de Navantia y la UPCT. De igual manera, creemos que estos avances han de ser compartidos con la sociedad, por lo que apostamos por compartir en abierto todo el conocimiento adquirido.

Desde CORI, y con la ayuda de todos, vamos a seguir trabajando con las mismas ganas en poner al mar en el lugar que se merece.

Esperamos que, al menos hoy, Día Mundial de los Océanos, os acerquéis al mar con otros ojos y, marinera mediante, seáis un poco más conscientes de la inmensa suerte que tenemos de vivir delante de un mar de oportunidades.