Alguien recuerda este concepto además de ligarlo a lo de Patrimonio y la Unesco? Hay varias definiciones más pero yo me quedo con la que alude a la sensibilidad de unas personas con otras y a la debilidad de nuestra naturaleza cuando evitamos reacciones propias del instinto animal que también forma parte de nosotros como mecanismo de supervivencia.
Hace días que lo focos se apagaron sobre lo sucedido en Ceuta en esa voracidad al consumo de información a la que nos empujan los medios. Azuzados por las redes sociales, usamos ingentes cantidades de noticias que duran en la retina y en la conciencia lo que dura un clínex en un catarro.
Esa velocidad consigue aquello que pretenden los que quieren controlar nuestras vidas: anular el espíritu crítico y convertir la actualidad en otro artículo que colocar en las estanterías de un supermercado.
Así hemos digerido esa tragedia, que lo fue, de la playa del Tarajal y de la que quedan en sus arenas algunas raídas zapatillas desparejadas, la camiseta del Messi de fabricación ilegal, botellas y bidones de agua enlazados como inseguros flotadores y bolsas, muchas bolsas de plástico con las que resguardar de la humedad las mínimas pertenencias de quienes intentaron no se sabe qué.
Engañados, desesperados, ilusos, encorajinados, impelidos a reagruparse con los suyos a este lado del presunto paraíso, manipulados y hasta animados por sus guardianes, esos que luego a la vuelta los esperaban para molerlos a palos, fueron miles los que con el ansia de huir de la misera sirvieron de carne de cañón para un régimen marroquí insensible, capaz de triturar a sus súbditos más pobres por unas cuitas diplomáticas.
Ya se cuidaron bien los censurados periódicos y televisiones de ese país de no mostrar las imágenes vergonzantes de sus compatriotas jugándose la vida para alejarse de la pobreza a la que les condena la corte más rica de África.
Ni invasores, ni inmigrantes: fueron 8.000 víctimas de un absolutismo despiadado con los suyos. Seres desvalidos es lo que vieron en las labores de salvamento y hasta de cariño Luna Reyes, de Cruz Roja, Juan Gallegos de la Legión y Juan Francisco de La Guardia Civil. Y todos su compañeros. Sarcasmos de la vida, fueron luego víctimas de las hienas que pululan en las redes sociales.
Aquellos que mandan al otro lado de la verja y estas alimañas digitales son iguales: carecen de humanidad y se chulean de una impunidad que no nos podemos permitir.
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