Este término vale para todos: heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, transexuales, intersexuales, transgénero, pues a todos puede pasar. Se trata de un trastorno de excitación durante el sueño que está catalogado dentro del sonambulismo. Cuando despiertas no te acuerdas de nada. Ni siquiera recuerdas, la auto activación autónoma, ni la tumescencia peneana nocturna, ni la lubricación vaginal, o incluso hasta el orgasmo, dicen los expertos.

Pero si encima lo que haces es mantener relaciones sexuales con otra persona sin que se entere, la cosa se complica. Pues eso parece ser que ha sucedido allá por Navarra, a tenor de una sentencia dictada en Pamplona por su Audiencia Provincial el 22 de marzo pasado. Resulta que una niña de catorce años vio a su padrastro en el salón con el torso desnudo, lo que la excitó tanto que mantuvo con él una única relación sexual, sin que el mismo se despertara en ningún momento pues parece ser que estaba borracho y no se enteró de nada, pero la niña tuvo un hijo. La razón que la menor dio a su madre era que le gustaba un chico al que no le gustaban las vírgenes.

La historia parece un poco cogida por los pelos. Pues eso de tener y mantener una erección estando inconsciente y eyacular a los que son o han sido hombres alguna vez, parece un poco de ciencia ficción. Sin embargo, los médicos forenses del caso, dictaminaron que «existe la posibilidad fisiológica de tener una erección del pene en estado de impregnación alcohólica, en dosis moderada de alcohol con cifras de alcoholemia medias (1,54 g/l, de alcohol en sangre), no se puede descartar la tumescencia nocturna peneana (erección fisiológica y espontánea, no relacionada con estímulos eróticos, que se produce en todos los varones potentes durante la fase MOR del sueño. De modo que el expresado nivel de alcoholemia no impide la función».

La sentencia concluye que no quedó probado que Paco mantuviera relaciones sexuales completas con penetración, con la menor. Y ello puesto que las versiones de la niña y el padrastro siempre coincidieron en que él estaba absolutamente inconsciente y no se enteró de nada de lo que la niña decía haber hecho. Y esa fue la razón por la que el padrastro, fue absuelto de un delito de abusos sexuales con penetración a una menor de 16 años del artículo 143. 1, 3 y 4 d) del Código Penal.

Hay quien podría pensar que la niña estaba manipulada para declarar todo eso. No lo sé, quizás a lo mejor (a lo peor) dado el morbo que despierta el asunto, realiza la cadena televisiva especialista en estos temas, una nueva documenta serie, en un futuro no muy lejano. No obstante, la madre se divorció posteriormente del padrastro de la niña, presionada, según la sentencia, por los responsables del Departamento de Derechos Sociales, para que la administración de protección de los menores no le retirara la custodia de sus hijos.

Como la sentencia, supongo, no es firme, pues alguien recurrirá al Tribunal Superior de Justicia, probablemente el Ministerio Fiscal, alguna que otra incógnita puede plantearse, si se tiene presente que el hijo que nació, según las pruebas de paternidad, efectivamente era del padrastro.

Me sigue pareciendo un poco fuerte que pueda existir un coito de forma totalmente inconsciente. Si es así, habría que patentar la fase MOR (movimientos oculares rápidos) del sueño varonil para dar solución a todos aquellos casos de impotencia, pues podría ser la felicidad de muchas relaciones de pareja.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay, Dios, como diría Rubén Blades.