El Gobierno de España, al que tanto critica López Miras, no para de enviar vacunas a la Región, como estaba previsto, pero este Gobierno regional de tránsfugas no es capaz de administrar al mismo ritmo que en el resto del país.

Vacunar es la mejor política y López Miras no la está organizando bien. Problemas en las citaciones, falta de información a la población que fomenta los bulos, porque no se sabe cuándo ni dónde te toca. No se entiende que los centros de salud estén al margen y no tengan acceso a los listados para poder informar a su población.

Faltan más profesionales sanitarios dedicados a vacunar, desaprovechando la enfermería de los centros de salud que está dispuesta, y no se están aprovechando los puntos de vacunación que los municipios han habilitado.

López Miras alardea de que la Región de Murcia es la que mejores indicadores de incidencia de coronavirus tiene, como si solo fuera mérito suyo, y de eso nos alegramos todos.

Pero se le olvida que somos los últimos vacunando, y cada vez más descolgados.

Esto es muy grave, porque la vacuna es la mejor herramienta para solucionar esta crisis. Con la baja incidencia de infectados que tenemos en la Región, si tuviéramos el mismo ritmo de vacunación que el resto de España estaríamos mucho más tranquilos, porque estaríamos más protegidos.

Cada día el informe de vacunación del ministerio de Sanidad nos indica cómo la Región de Murcia es la última del país en ritmo de vacunación. El informe del día anterior a la redacción de este artículo dice que estamos a 10,6 puntos de la media de España y a 14 puntos de las que más rápido van. En la Región se han administrado el 79,8% de las dosis recibidas, frente al 90,3% de media en España, o el 93,4% de Navarra. Y tienen 122.383 dosis almacenadas aún sin poner.

El presidente regional ha dicho la pasada semana que no hay que hacer política con la pandemia, y no dejó de hacerlo en toda su intervención.

El Gobierno regional miente y da excusas que no se sostienen. Miente cuando dice que la Región es de las primeras en personas vacunadas por franjas de edad, cuando estamos por debajo de la media nacional en todos los grupos de edad, exceptuando los mayores de 80 años, porque la de Murcia es de las regiones de España con menor porcentaje de personas en esa edad.

La semana pasada utilizaba como argumento para criticar que había llegado la mitad de dosis de Janssen de las anunciadas por el Gobierno nacional, y esta semana se escuda en el retraso de la decisión de administrar las segundas dosis de AstraZeneca a los menores de 60 años. Cualquier excusa es buena para criticar al Gobierno de España y tapar su mala gestión. Mientras tanto, tienen a más de 55.000 personas de 60 a 69 años sin vacunar, que se podrían beneficiar de esas dosis almacenadas.

De todas formas, las excusas no valen, porque la distribución de vacunas se hace en todas las regiones con los mismos criterios, y todas llevan mayor ritmo de vacunación que la Región de Murcia. Saben hacerlo mejor, sin duda.

Desde el PSOE, respetamos y apoyamos las medidas de prevención de contagios que adopte el Gobierno regional, con criterios técnicos, pero exigimos que no se escatimen recursos de personal y se habiliten todos los espacios que los municipios han puesto a su disposición para acelerar el ritmo de vacunación.

La ilusión por la vacuna es grande, a pesar de que el Gobierno de tránsfugas cuente también con negacionistas de las vacunas. Esto es una irresponsabilidad y no ayuda al impulso en la gestión de la vacunación ni al esfuerzo que los profesionales sanitarios hacen cada día, necesitados de más apoyo y mayor reconocimiento.

Sin vacunas no habría recuperación económica. Y no recuperaríamos todos los abrazos que tenemos pendientes. Es la esperanza para salir de la crisis sanitaria, económica y social.

Por un problema de gestión ineficaz, no es justo que en esta región todo esto se retrase.

La verdadera libertad la trae la vacuna.