Una señora en Murcia es convocada por teléfono para su vacunación. La citan en el punto instalado para tal fin en Miguel Induráin. Ese día, a la hora señalada, esta señora llega puntual a su cita, y ante su infinita sorpresa, le dicen que no, que mire usted, que no quedan vacunas y que se marche a su casa, que ya le volverán a llamar por teléfono. Esta buena señora regresa a su casa y, nada más entrar en la misma, recibe una llamada telefónica, de parte de los que se supone que ‘organizan’ la vacunación, diciéndole que se marche inmediatamente al estadio Nueva Condomina (o Enrique Roca, vaya usted a saber), porque allí le vacunarán. Y tras llamar a alguien para que la lleve, tras ir de la ceca a la meca, miren por donde, le vacunan. Y allí se encuentra con gente despistada que le dicen que están ahí porque la amiga, de la amiga del vecino, les ha dicho que, al parecer, la consejería ha enviado la convocatoria para vacunarse a eso que llaman redes sociales, algunas emisoras de radio también lo han dicho, y algún periódico que otro en sus páginas webs, y que no saben si les vacunarán o no, pero por si acaso. Y este añora lamenta que su vecina, que es una descreída, piense que algo así no debe comunicarse tan chapuceramente, por lo que no fue, creyendo que es eso que llaman ahora fake news y que antes era simple y llanamente bulo, o trola, o engaño.

Las decisiones para una buena política de vacunación son competencia absoluta del Gobierno autonómico, y sin remontarnos a ese espectáculo que dimos a toda España cuando todos los trabajadores del Servicio Murciano de Salud, sin corresponderles por edad, se vacunaban tranquilamente, junto a algún que otro concejal despistadillo, lo ocurrido en los últimos días en este campo, la planificación de la vacuna, ha sido todo un esperpento. Sencillamente, ha retratado la incapacidad de la Comunidad.

Tan esperpento, que la Asociación de Usuarios de la Sanidad, se ha visto obligada a reclamar al Gobierno regional mejoras en el sistema de vacunación de la Región de Murcia, porque ante tanta confusión, esta asociación reclama «una estrategia de comunicación clara, precisa, en los sitios adecuados, comprensible y directa que indique a quién, dónde, cuándo y cómo». Y como única solución para acelerar la vacunación, propone que, como está ocurriendo en la mayoría de las Comunidades autónomas, los Centros de Salud sean el lugar ‘preferente’ de vacunación y se les dote con los recursos necesarios para ello, porque entiende, como nosotros también, que «la cercanía, la accesibilidad y la información personalizada facilitará el aumento de la vacunación». Y es que lo que está ocurriendo con la desinformación conduce a la confusión.

Cuando se gobierna, se ha de saber de la sociedad a la que se sirve, se han de conocer las características de la misma porque, de lo contrario, no se podrá prestar un adecuado servicio, y es para eso para lo que se supone que están los políticos, para atender a los ciudadanos que con sus impuestos les pagan; y les pagan muy bien, y es que, al parecer, los responsables de nuestra sanidad viven en Los Mundos de Yupi, porque parecen desconocer que muchos ciudadanos de la edad en la que se está vacunando, no tienen redes sociales, desconocen el funcionamiento de las nuevas tecnologías, no tienen coche y no se les puede tener en este sinvivir en el que muchos de ellos están por la mala organización de esta campaña.

La Región de Murcia no solo es la Comunidad que menos dosis ha administrado, en relación a las vacunas recibidas, va también a la cola en la inmunización de la población de entre 60 y 79 años. Mientras que Asturias, se sitúa en el primer puesto en cuanto a ciudadanos vacunados, Murcia continúa en los últimos puestos.

¿Y saben? En esto, no cuela eso de que el responsable es el Gobierno central.