Buenos días desde los suburbios. Con esta frase amanecen los vecinos de Barriomar (The Barriomar Observer) en cada jornada, en la que colocan una foto en redes sociales demostrando la dejadez y el abandono que campan por esos lares. Unas imágenes que, a veces, resultan poéticas por el contexto en el que se producen con un sol naciente que simboliza la esperanza de un nuevo amanecer.

Precisamente, la esperanza de ese nuevo amanecer es lo que llevó a las asociaciones de vecinos a tener expectativas ante la reunión que iban a mantener con el nuevo alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, en un gesto hacia una población que ha sido castigada por el anterior Gobierno local y por la Administración regional con un desprecio y un ninguneo hacia sus demandas que solo pretenden mejorar la vida de los ciudadanos, un objetivo que debería ser compartido por los regidores públicos.

Serrano y los concejales presentes en la reunión empatizaron con los vecinos, pero éstos no se dieron por satisfechos al cien por cien, ya que hay proyectos del anterior Gobierno local que pueden verse paralizados o ralentizados por el nuevo equipo del Ayuntamiento a sabiendas de que son demandas largamente exigidas. Uno de ellos es el Parque Metropolitano del Oeste, una actuación que se enmarca en Murcia Río y que se espera en Barriomar como agua de mayo para enlazar esa pedanía con el Barrio del Carmen y recuperar una zona degradada que lleva mortecina desde demasiado tiempo.

Y demasiado tiempo llevan esperando esa infraestructura los residentes en esa zona que han visto cómo distintos concejales de Urbanismo les prometían parques semejantes a los de otras localidades españolas, como Torrevieja, en la que prestigioso arquitecto japonés Toyo Ito realizó un parque denominado de la Relajación de Lodos con una caracola gigante (que emerge abandonada en estos momentos y sin concluir), el mismo arquitecto que el ayuntamiento de Murcia fichó para el Parque del Oeste, que contemplaba hasta un auditorio y una biblioteca.

Todo se quedó en papel mojado, una realidad que ahora, después de que arrancara Murcia Río, puede volver a repetirse. O al menos ese es el temor de la Asociación de Vecinos de Barriomar, que considera que el PSOE se la juega en esa zona de la ciudad, que hace bastantes lustros fue agraciada con un Plan Urban europeo, que supuso una lluvia de millones. Un aluvión de euros que no sirvió para sacar del abandono esa pedanía como tampoco ha servido para otra en la que también la UE dispuso otro Plan Urban.

En ese caso, en el Espíritu Santo de Espinardo, donde aparte de abandono hay una delincuencia cada vez más arraigada y desbocada sin que las Administraciones públicas nunca se hayan conjurado para acabar con ella. Parece todo lo contrario, como si quisieran que siguieran esas zonas en pie, a modo de guetos, para no tener que calentarse la cabeza (se han acostumbrado a observarlas ahí) y tener ‘controlada’ a una población que vive del hampa mientras sus convecinos las pasan canutas y se manifiestan todas las semanas pidiendo auxilio. 

¿Habrán llegado esos lamentos a la Glorieta? La proa a Serrano ya ha sido puesta por los vecinos. Ahora está por ver cuál será el rumbo del nuevo gobierno. 

Por nadie pase.