La sucesión de hechos que conforman el relato de la moción de censura presentada por PSOE y Cs contra López Miras bien podría conformar el guion de una película de Berlanga con suspense incluido hasta el final. No obstante, sin perder de vista el relato de los acontecimientos, ya podemos extraer algunas conclusiones a tener en cuenta desde el ámbito de la izquierda política en la región para conformar, a medio plazo, una estrategia de cambio en el Gobierno de la Región de Murcia.

La primera y fundamental es que dicho cambio por la vía del centro político, que el PSOE viene intentando desde las elecciones pasadas, está totalmente agotada y dinamitada tras la desastrosa gestión de Ciudadanos en la moción de censura y la no menos desafortunada actuación de los socialistas, incluidas la rueda de prensa triunfal en Lorca y la grabación de la intervención de Conesa en el Comité Regional.

La segunda es que la implosión de Cs en la Región deja la gobernabilidad del Ejecutivo, sea el que fuere, dependiendo de los tres diputados expulsados de Vox, pero ideológicamente afines a los postulados de la extrema derecha. Esto puede traducirse en un factor de inestabilidad que puede dar al traste con la aprobación de unos presupuestos generales de la CARM, aún pendientes, y con el bloqueo continuo de iniciativas del Consejo de Gobierno, lo que podría convencer al PP de un adelanto electoral que ahora rechaza.

En tercer lugar, las encuestas evidencian que la estrategia para el necesario cambio en la Región de Murcia tampoco va a venir de la mano de una mayoría absoluta del PSOE, muy alejado de este objetivo en términos de votos y escaños, y ahora más, con seguridad, tras el probable fracaso de la moción de censura y su poco acertada actuación.

Ante esta perspectiva cobra más sentido que nunca la consolidación de un espacio político a la izquierda del PSOE en la Región de Murcia, capaz de liderar la batalla contra un PP que no duda en utilizar mecanismos corruptos para comprar voluntades tránsfugas y perpetuar así su poder y el de su red clientelar. Sin este contrapeso no será posible cambiar la correlación de fuerzas en el tablero político regional.

Esto debería entenderlo cuanto antes el PSOE. Veremos qué pasa en las elecciones de Madrid y en el ayuntamiento de Murcia.