Qué tiempos serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio. Bertold Brecht

Uno piensa que aquellos que gobiernan y que te representan en la oposición tienen como objetivo principal la defensa del ser humano y como dice nuestra Constitución que toda la riqueza sea puesta al servicio del pueblo. Pero hemos visto como no ha sido así por quienes nos han gobernado durante los años de la anterior crisis.

En el periodo 2008-2018 hubo muchas e importantes movilizaciones tanto sectoriales como unitarias, al igual que en el año que llevamos desde el inicio de la crisis de la Covid-19, sectores castigados por los recortes y la crisis como el sanitario, las residencias de mayores, la educación, los trabajadores, los parados y paradas, el transporte público, nuestro Mar Menor, las mujeres, los jóvenes, etc. se movilizaron para denunciar sus problemas y en la búsqueda de respuesta.

Y cuando la mayoría social creía que se estaba superando esa situación, una crisis sanitaria y las correspondientes consecuencias económicas, sociales y políticas nos vuelve a golpear y se muestran de forma cruda los efectos sobre el pueblo de la herencia dejada, fundamentalmente el Gobierno popular.

Las políticas aplicadas, por el PSOE y PP, durante la crisis que se inicia en el 2008 realizaron una importante destrucción en las prestaciones públicas y de los sistemas de protección social, dejaron en manos de los empresarios las vidas y destinos de las trabajadoras y trabajadores con un importante recorte de derechos laborales y salariales. No solo eso, si no que salvaron a la banca y dejaron naufragar al pueblo, a la mayoría social española. Durante la crisis y también por las políticas fiscales se agrandó la brecha entre los ricos y el resto de la sociedad, fundamentalmente dejando desamparadas a las personas más necesitadas.

En la Región de Murcia son más de dos décadas de Gobierno de derechas, que como los del Estado han recortado derechos en sanidad, educación, prestaciones sociales, transporte público, infraestructuras, vivienda, políticas de empleo, para la juventud, destrozado el medio ambiente y creando importantes bolsas de pobreza, estos efectos han causado mucho sufrimiento e incluso pérdida de vidas. Somos conscientes que en la actual crisis que el gobierno del Estado ha puesto en marcha medidas sociales, pero para nosotros son todavía insuficientes y algunas no llegan a los sectores más vulnerables y necesitados.

Parece que según los últimos acontecimientos que a pesar del intento de abrir una nueva etapa política en la región la corrupción y el transfuguismo mantendrán el Gobierno del partido que durante décadas ha causado mas sufrimiento a los murcianos y murcianas. A ello hay que sumar la incertidumbre de donde se van a invertir y quienes van a gestionar los fondos europeos de la recuperación por la Covid. Desde la sociedad murciana no podemos dejar que los gestionen los de siempre, las grandes corporaciones financieras y aquellos que son los mamporreros de las mismas.

Por ello, desde Marchas de la Dignidad y el Plan de Choque Social, conscientes de la necesidad de dar una respuesta conjunta, unitaria, masiva y contundente hemos puesto en marcha la iniciativa para elaborar un Plan para la Reconstrucción Social de la Región de Murcia, porque es, ha sido, la sociedad, el pueblo murciano el que está pagando la crisis. Una iniciativa que tiene como primer objetivo la construcción de un marco programático consensuado y como segundo la acción en el ejercicio del libre derecho de acción y de expresión que nos lleve hacia el 9 de junio, Día de la Región, y convertirlo en un día reivindicativo y del pueblo del que emana, según la Constitución, el poder.

Por ello, llamamos a sumarse a esta iniciativa a los colectivos y organizaciones que luchan por otro modelo de región, por poner a las personas en el centro de todas las políticas. Es importante la lucha por sectores, pero tenemos que tener claro que todos se interrelacionan, digamos que caminar separados, golpear juntos.

Las prioridades de este aún incipiente plan, son:

La construcción de un sector público fuerte con una sanidad y educación de calidad con igualdad de oportunidades y un trasporte público que dé respuesta a las necesidades de la mayoría social trabajadora. La transformación del sector de cuidados hacia las personas mayores, con diversidad funcional e intelectual, público y de calidad de vida con dignidad.

Una región que genere empleo y con un sistema de protección social suficiente y universal, en el que la renta básica de inserción cubra las necesidades de los sectores más desfavorecidos en la lucha contra la pobreza.

Por el derecho a la vivienda, ningún desahucio sin solución desde los servicios sociales, la construcción de un parque de viviendas de alquiler y para jóvenes, acceso a los servicios básicos gas, electricidad y comunicaciones. Por una política fiscal redistributiva que pague más el que más tiene y la redistribución de la riqueza.

Un cambio radical en la política medioambiental respetando nuestro territorio, los espacios protegidos, la huerta y nuestro Mar Menor.

Contra las políticas que discriminan a las mujeres la violencia machista. Por la igualdad de todos los seres humanos y su integración contra los discursos y prácticas que generan odio. Contra la represión y por la derogación de las leyes mordaza.