Si todo es como está previsto, esta misma mañana de viernes tendré el gusto de estar participando en una jornada organizada por el Consejo Económico y Social sobre el patrimonio natural y la biodiversidad de la Región de Murcia.

En la jornada estaremos presentando un libro que publica el CES sobre esta temática, en otro acierto más de este organismo en su ya acreditada costumbre de estudiar, impulsar y favorecer el debate informado sobre los asuntos más importantes y estratégicos de nuestra región. En esta ocasión, además, participo en el trabajo que se presenta, lo que me hace estar doblemente agradecido al Consejo.

El acto estará inaugurado por José Antonio Cobacho, el presidente del CES y moderado por el periodista Miguel Ángel Ruiz. Tendremos la fortuna de contar con la intervención de uno de los ecólogos españoles más prestigiosos, Fernando Valladares, que hablará sobre biodiversidad, pandemia y retos globales de la humanidad, y contará además con un panel de personas de nuestro propio entorno que con su actividad están mostrando cómo se pueden emprender actividades económicas innovadoras haciendo uso de forma sostenible de la biodiversidad y el patrimonio natural: Adela Bernabéu, Domingo Jiménez, Andrés García, Paco de Lara, Eugenio Martínez y Cristina Sobrado.

El tema que vamos a tratar es, sin duda, un asunto de peso, máxime en un momento en el que la pandemia ha mostrado tan a las claras la estrecha relación entre la biodiversidad, la conservación de los ecosistemas y la salud y el bienestar humano, y en una región que para estos objetivos necesita de todos nuestros esfuerzos.

Aunque los problemas son muchos, afortunadamente parece que vamos tomando poco a poco conciencia de que la degradación de los espacios naturales y la pérdida de la biodiversidad no son caprichos anecdóticos sino problemas estratégicos, de que los recursos naturales tienen límites y de que tenemos que apoyarnos en los ecosistemas y los servicios que estos proveen para responder a los diversos y graves desafíos a que se enfrenta la sociedad actual, como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el desarrollo sostenible.

En nuestra región, situaciones de crisis de los ecosistemas como la del Mar Menor, vienen a reforzar la importancia de la conservación de la naturaleza para los objetivos regionales de desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, muy diversas oportunidades basadas en la biodiversidad y el patrimonio natural, como por ejemplo las tendencias a la producción ecológica o el turismo sostenible, muestran interesantes opciones de desarrollo local que se apoyan en la biodiversidad o son compatibles con la conservación de la naturaleza.

Como dice el presidente del CES en la introducción a la publicación que hoy se presenta, la protección activa de la naturaleza es un reto de todos y de todas, y lo es a cualquier escala de actuación, y por eso es importante que el debate social informado nos permita enfrentar colectivamente este trascendente reto.