Durante décadas hemos visto la Cárcel Vieja abandonada. Pero estos días es novedad contemplarla casi en el esqueleto. Ya ha empezado la tan ansiada rehabilitación y, por ello, nos encontramos ante la última oportunidad de replantearnos qué queremos, no para hoy, sino para mañana y las generaciones futuras.

Está situada en una zona clave del centro de la ciudad. Es un espacio con historia propia sobre el que versa un proyecto de ejecución aprobado por mayoría, que ha establecido que, en la segunda fase de construcción, donde están las celdas, se reserve un espacio para la Memoria Histórica. Pero también los proyectos aprobados son susceptibles de mejora si ésta se apoya también por mayoría.

En la primera fase de construcción, la que se refiere a la parte delantera del edificio, se prevé una tienda-boutique, un gastrobar y una serie de salas para realizar a saber qué diferentes eventos. En palabras textuales recientes del concejal de Patrimonio, Jesús Pacheco, «puede caber cualquier cosa». Si eso no es ambigüedad y falta de ideas, ¿qué es si no?

Lo que proponemos desde el Grupo Socialista es algo inédito para nuestro municipio y nuestra región, incluso para España, algo excelente y viable. Es ahora o nunca. Imaginad: esto es como si te compras una casa sobre plano pero, mientras la están construyendo (como ahora), se le pueden hacer mejoras, tirar una pared aquí, poner unas luces allá y crear espacios para hacerla más útil. Es de lo que se trata, de hacer un uso valioso de este espacio de la Cárcel Vieja para que la gente lo viva y disfrute.

Propusimos, en esta primera fase de construcción, la creación del Museo de las Memorias del Siglo xx. Recogería toda nuestra Historia durante un siglo clave para entender dónde estamos y quiénes somos, explicaría a cada visitante nuestras raíces. Sería símbolo de unidad y sus contenidos estarían preparados por expertos/as sin color político. La boutique y la cafetería proyectadas completarían este museo y, además, no implicaría sobrecoste económico.

Esto lo hablamos con cronistas, sindicatos, asociaciones de la Memoria Histórica, profesorado de la Universidad… y de forma unánime apoyaron la idea. Comprendieron que en ese museo tendrían cabida muchos documentos e investigaciones para ser compartidos con niños, niñas, jóvenes, mayores. Y, además, sería la antesala de los espacios de la segunda fase donde se da paso a la propia historia del edificio y donde estaría la zona dedicada a la Memoria Democrática, que tanto debemos respetar y conocer por dignidad como personas en un sistema de convivencia democrático. Pero cuando hablamos con representantes políticos y ofrecimos llevar esta propuesta como moción conjunta, fue rechazada. Hay mucha hipocresía y, sobre todo, incoherencia.

Recuerdo cuando visité a Pacheco y le hablé de esta propuesta pidiendo su apoyo, aún resuenan en mi cabeza sus palabras: «Es fantástica, es ideal. Sólo con presentarla ya has hecho historia, pero me temo que no la vamos a apoyar».

A mí que me expliquen qué significa reconocer que algo es bueno, que te den la enhorabuena por presentarlo y que la argumentación para no apoyarlo sea demagógica e interesada. Y es que públicamente el Gobierno municipal dice que el proyecto no se puede cambiar pero no es cierto, y que la Memoria Histórica se trataría en otra fase, aunque ahora dicen que ‘no saben cuánto espacio destinarán’. Mienten porque no es incompatible, todo lo contrario, primera y segunda fase se complementarían.

No han entendido nada. Nuestro proyecto sumaba y no era ambiguo. Nuestro proyecto era y es sinónimo de vanguardia y por eso queremos trasladar un mensaje a quienes nos estén leyendo: desde el Grupo Socialista vamos a seguir insistiendo, luchando, trabajando y apostando por este proyecto y por la excelencia, porque en Murcia hace demasiado tiempo que nos merecemos eso: proyectos de excelencia, innovadores, atrayentes. Y no los que nos presentan, sin justificación, anodinos, sin visión de futuro.

Estamos a tiempo.