La invitación del Gobierno central a López Miras para acudir a la inauguración de la llegada del AVE a Orihuela ha ocasionado la enésima pataleta del presidente murciano quien, fiel a su estrategia de confrontación permanente con el Gobierno del Estado, ha contestado a la misma con un desplante y el siguiente comentario en Twitter: «En la región de Murcia no tenemos nada que celebrar desde que Sánchez y su Gobierno PSOE-Podemos decidieron en 2018 bloquear la llegada del AVE a la región».

Quizás la lealtad institucional que tanto reclama López Miras (y que tan poco practica) exigiría algún esfuerzo más por su parte, a la vez que un poco más de rigor en los argumentos que utiliza.

Veamos. En primer lugar, nunca ha habido un Gobierno PSOE-Podemos y menos en 2018. En segundo lugar, lo que el Gobierno de Sánchez decidió en 2018 fue el cumplimiento del convenio firmado por ADIF, la CARM y el Ayuntamiento de la capital en 2006 para que el AVE llegara soterrado a Murcia, y no en superficie como proponía el PP (dada la cercanía de las fechas electorales de 2019), sin importarle ni la división de la ciudad por un muro infranqueable ni la movilización ciudadana en su contra, como bien demostró Bernabé.

Aunque, si hablamos de bloqueos en infraestructuras ferroviarias de larga distancia, tenemos que recordar necesariamente a la renuncia del PP en 2001 a la conexión de la región con Madrid por Camarillas que descartaba la construcción de la variante, lo que ha condenado durante más de una década a la región al ostracismo ferroviario en su conexión con la capital. Sin embargo, su apertura en marzo de 2019 por un montante equivalente al coste medio de ocho kilómetros de AVE, ha demostrado, como hemos reivindicado desde siempre, que este trayecto ofrece ya prestaciones y tiempos similares al del trayecto del AVE por Alicante que podrían, incluso, ser mejorados si se acometiera la electrificación y la construcción de la doble vía en el tramo Murcia-Albacete.

Pero el bloqueo más clamoroso es el de las inversiones necesarias para mejorar la red regional de cercanías, deteriorada hasta tal punto que los trenes han de reparase con piezas de desguace. Una red que, no obstante, sieguen utilizando casi cuatro millones de viajeros cada año,trabajadores/as y estudiantes principalmente. Sin embargo, no hemos visto a López Miras protestar por ello.