Nadie en un pleno del ayuntamiento de Murcia llegó a utilizar nunca palabras tan gruesas en este mandato y en el anterior. Incluso en épocas pasadas es complicado encontrar una sesión en la que se oyeran las lindezas que el líder local de Cs, Mario Gómez, le dedicó al alcalde de Murcia, José Ballesta, a raíz de la moción presentada en la sesión del pasado jueves en la que se debatía la responsabilidad política que deben asumir los cargos del Caso Vacunas y, más concretamente, el concejal de Salud, Felipe Coello, que es uno de los representantes públicos que se ha administrado la dosis.

Ni siquiera cuando el popular Miguel Ángel Cámara vivía sus momentos más bajos por los asuntos judiciales que acechaban al Ayuntamiento capitalino se emplearon palabras tan gruesas para dirigirse a un mandatario municipal. Gómez disparó contra el actual alcalde calificándolo como el peor de todos los tiempos (fue casi lo más suave que le dijo), recomponiendo el status quo que desde los albores de este mandato ha predominado: Ciudadanos es parte del Gobierno de La Glorieta, pero también supone en la práctica parte de la oposición en determinados aspectos.

Los de la formación naranja fueron los primeros en pedir que Coello dejara su puesto o que el alcalde lo cesara, una negativa por parte de Ballesta que llevó a Gómez a emplear las gruesas palabras que dejaron pasmados no solo al alcalde y a la bancada popular sino también a los grupos de la oposición, a los periodistas y al respetable que seguía vía internet la sesión. Una escenificación clara de que Cs no va a perdonar a los que se han saltado la cola para ponerse la vacuna (en palabras de su líder nacional, Inés Arrimadas) y de que tampoco va a transigir con las explicaciones que de momento ha ofrecido el concejal de Salud.

Los populares están en estos momentos muy presionados, y no solo por los naranjas y la oposición municipal. También en el interno piden que se depuren responsabilidades ante este caso que también ha salpicado a otra concejala, Mercedes Bernabé, la de Transparencia, que se ha visto arrastrada con rectificaciones de datos que afectan directamente a Coello, sobre el que ahora recae una nueva sospecha: ¿se ha puesto la segunda dosis el 21 de enero pese a estar en su momento más caliente la polémica del aprovechamiento de las vacunas por parte de cargos públicos?

En el portal de Transparencia el viernes pasado por la mañana así constaba. El concejal de Salud, según este portal, se habría puesto en las dependencias municipales de Plaza Preciosa esa segunda dosis. Unas horas más tarde, el dato fue modificado y se aseguró por parte del Ayuntamiento que ese dato era erróneo y que la dosis correspondía a la primera. Cómo es posible una equivocación de tal calibre en un asunto tan sensible y sobre una persona a la que se le está pidiendo su dimisión o cese. Muchas dudas e interrogantes que no hacen más que elevar la presión hacia los populares.

El alcalde de Murcia está muy cabreado con Gómez por los calificativos que le dedicó y con esta situación, pero los ciudadanos también lo están. El Gobierno de coalición de La Glorieta, que encara su segundo año, se ha caracterizado por sumar desencuentros y por no centrarse en los problemas de los administrados. El Caso Vacunas es solo una nueva decepción. Por nadie pase.