Un análisis actualizado de la economía de la Región de Murcia, en el contexto de las regiones españolas, y propuestas de actuación para el desarrollo regional, de especial interés en tiempos de reconstrucción económica, son los objetivos del nuevo libro de Ángel Martínez, empresario que ha desempeñado importantes cargos de representación empresarial en la región

En la obra, titulada Las desigualdades regionales; el Arco Mediterráneo español, el autor repite el empeño de otras entregas: considerar las potencialidades de desarrollo de la Región de Murcia mediante el análisis de las aportaciones que cabe esperar de cada uno de los sectores económicos, y la creación de nuevas vías, con el aprovechamiento de las oportunidades de expansión en las actuales circunstancias internacionales. Partir de nuestra realidad, y dinamizar sectores que han sido tradicionalmente fundamentales en nuestra economía, como la industria derivada de la agricultura (agroindustria) y el crecimiento de nuevos sectores emergentes, como el del transporte; también (una constante en la demanda), eliminar los estrangulamientos seculares del desarrollo regional, con la dotación o mejora de unas adecuadas infraestructuras de comunicación por tierra, mar y aire, imprescindible punto de partida.

En sus primeras líneas, tras las palabras de apoyo y aliento del presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras y del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, Ángel Martínez destaca la necesidad de un Gobierno del país respaldado por una mayoría parlamentaria que genere un amplio consenso, en el que participen sindicatos y empresarios, para el logro de un gran pacto nacional, social y económico; también que se produzcan las reformas legislativas necesarias que trasladen a los inversores garantías jurídicas y confianza.

Para salir de esta crisis, una general coincidencia, según el autor, es la necesidad de un programa nacional de reformas estructurales y de inversiones con el apoyo del Fondo de la Unión Europea, en el que la salud es el principal objetivo, junto al apoyo a las familias, a la vez que «poner en marcha un programa de inversiones en el que las infraestructuras ferroviarias deberían ser el principal objetivo, singularmente el desarrollo del corredor mediterráneo, conforme a los estándares FERRMED, entre Algeciras y la frontera con Francia, lo que conllevaría efectos muy importantes para España y singularmente para las Comunidades autónomas del Arco Mediterráneo», dice Ángel Martínez.

En el conjunto de medidas que propone, de nuevo un Plan Hidrológico Nacional para llevar el agua desde donde sobra a donde falta; un plan que garantice la continuidad empresarial en todos los sectores afectados por la crisis, mediante la puesta en marcha de los créditos necesarios y una demora en el pago de los impuestos para las empresas afectadas por la crisis; una drástica rebaja en la Seguridad Social, y una muy importante deducción fiscal en las nuevas inversiones en la industria y los servicios avanzados.

También, un programa de inversiones públicas en infraestructuras de comunicaciones, prioritariamente en el corredor ferroviario del Mediterráneo, «que nos conecta con el centro y norte de Europa, completando los dos corredores, para mercancías y para pasajeros (AVE) conectando todos los puertos y zonas logísticas de la fachada mediterránea y su total conexión con el centro y norte peninsular; con urgencia, el corredor ferroviario Cartagena-Murcia-Albacete para la conexión con las líneas existentes con el centro peninsular», propone Ángel Martínez.

Infraestructuras que, en su opinión, supondrán dos claras ventajas: la inversión propiamente dicha con toda la actividad que genera, y poner en valor toda la fachada mediterránea para el atraque de los barcos, con reducción de varios días en el transporte con el centro y norte europeos, un impulso de la actividad económica que haría del Arco Mediterráneo Español la principal zona portuario-logística de Europa.

El mayor y más grave problema al que se ha enfrentado y se sigue enfrentando la Región de Murcia ha sido el continuo retraso en la realización de las infraestructuras del transporte, y siguen pendientes el ferrocarril para pasajeros y mercancías con el centro y norte peninsular y con el corredor mediterráneo; el tráfico de mercancías se encuentra parado en Monforte, Alicante, como antes pasó con la autopista del Mediterráneo por lustros. Urge también, según el autor - y acaba de reclamarlo la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena- la realización del puerto de el Gorguel, en Escombreras, cuya falta está produciendo pérdida de oportunidades en inversiones y en la mejora del tráfico marino.

Denuncia el autor que fortalezas y oportunidades de la Región no se han podido hacer realidad, entre otros, por el continuo retraso por parte del Gobierno de España en la realización de las infraestructuras de comunicaciones, la falta de agua y la insuficiente financiación autonómica. Otras infraestructuras, de responsabilidad regional, no han podido ser atendidas por la insuficiente financiación autonómica, normativa y restricciones innecesarias, falta de inversión, excesiva burocracia, y políticas centradas principalmente en el corto plazo; impulsar la transformación de la estructura productiva, es absolutamente necesario y prioritario para avanzar hacia bienes y servicios de mayor valor añadido.

En resumen, Ángel Martínez defiende, como una prioridad, aprovechar la estratégica situación de la Región en el Mediterráneo español, para demandar del Gobierno de España la realización de las infraestructuras recogidas en la Propuesta, mapa 8.5, acuerdo de la reunión celebrada en Murcia el 6 de marzo de 2020, por representantes de CROEM, FERRMED y CESRM, con el apoyo de sindicatos, colegios profesionales y partidos políticos.