Desde hace semanas observamos cómo el equipo de Gobierno del ayuntamiento de Murcia ha multiplicado su presencia y su agenda comunicativa en los barrios y pedanías afectados por el soterramiento mediante el proceso participativo de ´Conexión Sur'. En condiciones normales, los constantes anuncios de actuaciones que se están produciendo podrían ser vistos como un cambio de tendencia de Ballesta y sus huestes. ¿Es que tras veinticinco años del PP gobernando en el municipio de Murcia por fin se han dado cuenta de las carencias de servicios e infraestructuras que tiene toda esta zona? Ojalá la respuesta fuese afirmativa, pero desgraciadamente encierra una gran serie de matices y de explicaciones más enrevesadas. Permítanme que en este artículo pueda explicar un poco lo que está ocurriendo.

es hacer uno dirigido. Y este da la sensación que está hecho a medida para legitimar proyectos ya definidos. Este proceso participativo, que ha tenido deficiencias evidentes de participación ciudadana y está pasando desapercibido para mucha gente, se está realizando porque así lo contempla uno de los puntos del convenio que la sociedad Murcia Alta Velocidad firmó con el ayuntamiento de Murcia para la realización y adaptación de los estudios y proyectos de planeamiento, gestión urbanística y de urbanización del terreno liberado por las vías y está dotado con la nada desdeñable cantidad de 155.000 euros para ponerlo en marcha. Con ese dinero, desde la Glorieta se han lanzado a realizar más bien una campaña de comunicación y promoción en medios que un proceso participativo real. Prueba de esto lo podemos ver, casi a diario, en las quejas en redes sociales de AAVV de diferentes barrios porque se han sentido excluidas y poco escuchadas en el mismo. Por no hablar del cuestionario, que se ha repartido por establecimientos, el cual incumplía en sus dos primeros modelos la Ley de Protección de Datos vigente (algo que hemos denunciado ante la Agencia Española de Protección de Datos) y que, encima, a algunos barrios apenas ha llegado.

En pocos días se han anunciado una serie de actuaciones, muy necesarias y que vendrán a suplir déficits históricos con los que cuenta este territorio en concreto. Es ciertamente un motivo de alegría que pronto esas obras estén en marcha o acabadas y hagan mejorar la vida de los vecinos y las vecinas. No obstante, pese a venderlo como parte de Conexión Sur, muchas de esas actuaciones estaban incluidas en el Plan Extraordinario de Inversiones en Pedanías de 2017 (exigencia que puso el PSOE para aprobar los presupuestos de ese año). Es indignante que se estén vendiendo con tanto boato estas intervenciones, cuando su obligación es que estuviesen realizadas o en curso desde hace algún tiempo. Así podemos encontrar la cubrición de la pista polideportiva de San Pío X, obras de los centros municipales de Los Dolores y de ampliación del de Nonduermas, los proyectos de mejora de las aceras y conexiones peatonales en Barrio del Progreso y en Barriomar. ¿No les causa pudor y vergüenza anunciar, a bombo y platillo, la más que necesaria acera que une Barriomar con el Barrio del Carmen por la que casi no puede pasar una silla de ruedas, tras un cuarto de siglo sin haberla ejecutado?

El urbanismo tiene la gran capacidad de transformar una calle, un barrio, una ciudad y, en definitiva, un municipio. Estamos ante el único proyecto real de transformación que tiene Murcia y esto ha ocurrido por el inmenso tesón y esfuerzo de la ciudadanía que no ha dado su brazo a torcer y que, pacíficamente, luchó por el soterramiento y mostró su rechazo ante quienes querían traer a toda costa el AVE en superficie. Escuchar las justas demandas vecinales cambió con la llegada al Gobierno de España de Pedro Sánchez y con el nombramiento de Diego Conesa como Delegado del Gobierno, prueba de ello es nuestro compromiso para la ejecución de las obras del soterramiento. De ahí no nos mueven, pese a las dificultades que han surgido en la fase Barriomar-Nonduermas que en breve continuarán su curso.

Sin embargo el proyecto que ha presentado el Ayuntamiento de Murcia está cometiendo el mismo error, no está escuchando el clamor de los vecinos y vecinas que no quieren sustituir la barrera de las vías por una nueva barrera de asfalto y contaminación, que necesitan mejorar el carente transporte público que sufren a diario, que quieren ver cómo los terrenos liberados por el soterramiento sirven para mejorar los pobres equipamientos con los que cuentan, que quieren zonas por las que poder pasear, hacer deporte, etc. Pero sobre todo que esperan que esta oportunidad sirva para transformar profundamente el sur de Murcia y, por ende, el del municipio. Desgraciadamente esta actuación no servirá para nada si los que estamos en política en este momento no somos ambiciosos y nos quedamos anclados en postulados obsoletos urbanísticamente hablando. Ya en la jornada organizada el 2 de diciembre por el Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia, los participantes en la misma concluyeron que el coche, un feroz devorador, tenía demasiado protagonismo en el proyecto del Ayuntamiento, que hay modificar los planes (parciales y especial) de esta zona porque se sostenía sobre unas bases anticuadas y, algo que considero fundamental, no se puede reducir la actuación al espacio liberado por las vías, sino que se debería ampliar varias manzanas más allá porque es necesaria una regeneración urbana. De nada servirá esto si con esta oportunidad no transformamos enclaves como San Pío X o Barriomar que, ciertamente, lo necesitan y lo piden a gritos.

Conexión Sur en el que, básicamente, se nos ha excluido a los partidos que formamos parte de la oposición. Desde el Grupo Municipal Socialista hemos denunciado públicamente en repetidas ocasiones el procedimiento seguido por el Ayuntamiento. No obstante, como partido responsable y exigente nos vemos en la obligación de escuchar a nuestras a bases que también han sido una parte importante en esta lucha, a los diferentes colectivos vecinales y a personas expertas en la materia, para poder realizar amplias alegaciones a lo que vende el Consistorio murciano, porque lo consideramos francamente mejorable, porque tenemos claro que estamos ante el acontecimiento que puede marcar el futuro y el devenir de una parte muy importante de Murcia y porque es el momento de mostrar que existe, no solo otro proyecto para el espacio liberado por los terrenos del soterramiento, sino otro proyecto de municipio para el siglo XXI que sea más igualitario y que tenga como base un urbanismo ambiental, equilibrado y sostenible económica, social e incluso culturalmente muy alejado de las fotos, de las luces, de los anuncios repetidos, de las flores y del discurso vacío del equipo de Gobierno de la capital del Segura.