El pasado sábado, 19 Diciembre, el movimiento vecinal de Murcia realizó, unas I Jornadas ´El tren por abajo, la ciudad por arriba'. Nacidas desde la base más genuina y básica de la ciudadanía, como es el movimiento vecinal, tantas veces manoseado desde intereses políticos de partidos, han resultado una prueba evidente de las posibilidades reales que la ciudadanía tiene en sus manos, a través de las Asociaciones de Vecinos, de poder interactuar con todos los agentes sociales sin excluir los gubernamentales.

Actos como el que comentamos deben actuar como un motor de empoderamiento de los movimientos ciudadanos en general y del más auténtico, en mi opinión, el vecinal, pues es éste el primer rasgo de cualquier ciudadano, ser vecino de un barrio. A las pruebas me remito: sin infraestructura, sin montaje publicitario alguno, sin ruido, sin alharacas, sin ostentación, ´con palicos y cañicas', utilizando el tópico regional, las Asociaciones de Vecinos de Ronda Sur, San Pío X, Barriomar-La Purísima, Vecinos Carmelitanos, Ermita del Rosario, Santiago el Mayor y las AMPAs de la zona, han demostrado que se puede ser alternativa a propuestas oficialistas, como la operación Conexión Sur diseñada y organizada desde bases totalmente distintas: gran campaña publicitaria, grandes montajes desde infraestructuras municipales, financiación muy significativa, primera e inédita campaña de participación ciudadana bastante cuestionable, exquisito equipo técnico de primera notoriedad€ con la legitimidad política añadida de ser la opción oficial del Ayuntamiento.

En este caso ha bastado el empeño, el tesón y la independencia de todo interés que no sea el de la ciudad y los barrios afectados por el Soterramiento. Con una eficaz gestión personal de quien ha cargado con la gerencia y los trámites, Domingo Centenero, vecino de San Pío y con la desinteresada y muy competente aportación de los ponentes David Cano y Enrique de Andrés, arquitectos, Marta Latorre, socióloga, y el propio Domingo Centenero, historiador. La presentación la gestionó hábilmente Clara Sáenz de Tejada, de la Asociación Vecinos Carmelitanos. La parte técnica estuvo en manos de Cecilio Cean, un apóstol de la divulgación desinteresada de todos los movimientos sociales de nuestra región, con una maestría incuestionable y una espíritu de servicio, bajo el lema «La realidad contada por sus protagonistas», que muy justamente le llevó a finalista en la última convocatoria del V Premio Hay Derecho, 27 Febrero 2020.

No es nuestra intención hacer un resumen por falta de espacio, pero a modo de extracto nos permitimos algunas reseñas que Murcia debe conocer.

la problemática de las afectaciones del Soterramiento en el Sur de la ciudad, que el PGOU de Murcia contempla en tres estudios de detalle desconectados entre sí: el Plan Parcial del Carmen, MC-10; el Plan Parcial de Barriomar, ZN-Br1, y el Plan Parcial de San Benito, todos ellos fragmentados, aprobados y cerrados desde 2009. La operación Conexión Sur no establece relación de proyectos con los planes parciales previos, ni aborda la red del tranvía que habría de traspasar la línea del ferrocarril para llegar hasta El Palmar y Ciudad Sanitaria La Arrixaca y ni si quiera menciona el Plan de Movilidad Urbana. Ausencias que generan un mar de dudas entre los vecinos de la zona.

en la UPCT de Cartagena hace unos años, que explicitó en profundidad desde un punto de vista técnico y urbanístico de toda la zona colindante a la Estación, enmarcados en las nuevas tendencias que priorizan los intereses de las personas por encima de los del automóvil: espacios verdes púbicos, conexión norte-sur con la ciudad, vivir el tren, regeneración urbana incorporando nuevos usos en espacios degradados, espacios comerciales, gran parque público en las Calderas del Gas, huertos urbanos, descenso de cota de Ronda Sur en su travesía con el ferrocarril€

Como todo trabajo fin de carrera mantiene una buena dosis de utopía, pero es realizable si nos liberamos de intereses meramente especulativos como tan frecuentemente ha estado ligada la arquitectura de las pasadas décadas. En contraste con la nula cota de utopía de la propuesta Conexión Sur, con unas miras tan cortas y una falta de ambición tan evidente que llegó a ser remarcada por los expertos que semanas atrás comparecieron en el acto del COAMU y el Ayuntamiento en el Cuartel de Artillería.

carmelitano hizo un análisis de la normativa legal que regula los desarrollos urbanísticos de la zona, desentrañando unos desarrollos absolutamente insuficientes en cuanto a zonas verdes, nula actuación sobre las áreas degradadas que escandalizaron a Ibon Areso y una carretera sobre el espacio de las vías actuales, un nuevo muro, que no puede entenderse ni aceptarse en modo alguno. Y entrando en el detalle no tuvo inconveniente en unirse a las voces discrepantes de los urbanistas venidos de Madrid y Bilbao para analizar la propuesta municipal y a las críticas del COAMU tanto en fechas recientes sobre Conexión Sur, como en el momento de la gestión del Estudio de Estación del Carmen, PC-Mc10, en 2009, desoídas por el ayuntamiento de Murcia. Estudio Especial que no nació como un Plan de Ciudad, sino como un plan para soterrar el tren, pero que permanece inédito desde su aprobación y resulta claramente inadecuado, diez años después, para los nuevos desarrollos que el Sur de la ciudad necesita con una perspectiva urbanística moderna adecuada al momento histórico actual en el que primen los objetivos y demandas actuales de la sociedad, priorizando los derechos de las personas por encima de los del coche y que maniata las propias propuestas de Conexión Sur, como bien dejó patente Enrique Bardají, en las Jornadas del COAMU, que llegó a asegurar la ilegalidad de alguna de sus propuestas: «Un proyecto de urbanización no puede modificar un Plan Especial». No creo que en estos momentos ronde en la cabeza de nadie en Murcia esta idea, pero la terquedad del Ayuntamiento y su inmovilismo ante las demandas de la sociedad podría llevarnos a una judicialización del problema que a nadie interesa, aunque existan bases suficientes para ello.

socióloga de la Universidad de Murcia, que desarrolló una ponencia sobre «Participación ciudadana y análisis social de los procesos de transformación urbana». Oportuna y necesaria, sobre todo cuando desde el Ayuntamiento se alardea de un proceso participativo ejemplar en la operación Conexión Sur. A su competencia profesional, Marta une su condición de vecina de la zona y conocedora de todo el proceso de movilización surgido en nuestros barrios a partir la acampada en el Jardín junto a las vías, en Septiembre de 2017. Su ponencia fue una lección magistral sobre los procesos de participación ciudadana en las sociedades modernas que no siempre se plantean con intereses lícitos.

Existe una demanda democrática de participación y de transparencia en la toma de decisiones públicas que debería servir para ampliar el consenso y la legitimidad de las políticas públicas y urbanas.

En este sentido defendió la implicación efectiva de los vecinos de los barrios directamente afectados por el soterramiento de las vías con intervención clara en las decisiones sobre el futuro de la ciudad y de sus barrios para que los vecinos se sientan partícipes, las hagan suyas y las respeten, con lo que se lograría una conexión entre el lugar y la gente y unos espacios sentidos como propios por parte de la ciudadanía, logrando el ideal de la necesaria unión de la ciudad construida y la ciudad vivida. Sólo así, lo que esté por venir en el espacio ocupado por las vías llegará a ser algo sentido y apropiado por la ciudadanía.

Estos procesos de participación son habituales y resultan inevitables en procesos de transformación urbana como en el que Murcia se encuentra, pero no pueden ser procesos de participación complaciente como el de Conexión Sur, enmarcado en consignas tales como «se trata de un proceso ejemplar, como nunca se había hecho en Murcia» para regodeo de sus gestores. Con la única evidencia de que es la primera vez que se abre un proceso de participación ciudadana, lo que es de agradecer, pero cuya ejemplaridad no es tan evidente y del que bien podría decirse que tiene mucho de proceso meramente estético con una gran campaña publicitaria para legitimar procesos ya definidos. Sin olvidar el carácter dirigista con que plantea una participación que escuetamente se reduce a una consulta sobre decisiones previamente tomadas.

a participar no se puede pasar por alto la muy escasa presencia del tejido asociativo de la zona en cuanto a Asociaciones de Vecinos y AMPAs se refiere, que no fueron llamadas a participar.

En cuanto a las consecuencias sociales de los procesos de transformación urbana, Marta tuvo la valentía de no eludir el problema de la gentrificación y las nuevas formas de expulsión y segregación urbana, llegando a discrepar de quienes aceptan este fenómeno como inevitable e incluso como prueba de éxito urbanístico, como llegaron a admitir recientemente Ibon Areso y José María Ezquiaga. Señaló sin vacilaciones que no se trata de un proceso neutral, sino a veces promovido, y quiso ponernos en guardia contra el peligro de que llegado el día de la nueva ciudad tras el Soterramiento se pudieran producir en nuestros barrios procesos de expulsión social que contradirían el proceso solidario, no violento y ejemplar de la lucha por el Soterramiento, aún inconcluso.

Estas Jornadas son en sí mismas una concretización de participación ciudadana que no puede ser desoída por el Ayuntamiento aunque se haya producido al margen, que no en contra, del esquema municipal. Esperamos su estudio y consideración por el alcalde Ballesta, so pena de seguir abonando la desconfianza y el recelo de la ciudadanía y la creencia demasiado extendida de que ´todo está decidido previamente' o aquello de ´lo llaman participación y no lo es'.

Por el bien de nuestra ciudad, oigan al pueblo, por favor, porque Murcia no volverá a tener otra ocasión.