En la Región de Murcia sigue habiendo, a diario, miles de alumnos sin clases ni atención educativa. Hace más de nueve meses que nuestro alumnado no ejerce con normalidad su derecho a la Educación, algo que, sin duda, debemos agradecer a López Miras y a su nefasta gestión educativa de esta crisis. En su afán por hacer las cosas mal, ha vuelto a señalarnos en el mapa de España, para vergüenza de quienes aquí vivimos, pues somos la única comunidad que mantiene la maldita semipresencialidad en todas las etapas educativas.

Ni Madrid, cuya presidenta pelea a diario por llevarse el premio al desastre mayor, ha sido capaz de castigar de esta manera a quienes tienen el encargo de liderar el futuro, nuestros niños y jóvenes.

Esto, sin duda, tendrá consecuencias fatales para nuestra Región. Pero al bipartito de derechas no les duelen prendas. Son expertos en sacudirse las pulgas de su incompetencia.

Y es que lo tenían muy fácil. El Gobierno de España les dio una cantidad ingente de millones para hacerlo y el PSOE de la Región de Murcia, la fórmula para garantizar con ellos la presencialidad en las aulas con todas las medidas de seguridad. Pero ni con esas. Todo antes de reconocer su incapacidad. Y así seguimos, esperando a una rectificación que, después de un trimestre desastroso, ni siquiera le han puesto fecha.

No han bastado las críticas de la comunidad educativa, en pleno. Ni las manifiestas consecuencias que esto está teniendo entre nuestro alumnado y sus familias. Tampoco el agravio comparativo que están generando con respecto al resto de estudiantes de nuestro país, con un enorme desfase curricular. Mucho menos la pérdida absoluta de aquellos alumnos que andaban en la cuerda floja y que han sido abandonados a su suerte. Ni que decir tiene, las secuelas psicológicas que están creando en nuestros jóvenes y docentes.

Y es que, por no bastarle, no les ha bastado ni el acuerdo alcanzado en la Asamblea Regional a instancias del PSOE, a principios de noviembre, en el que el poder legislativo de esta Región les mandataba a volver de manera inmediata a la presencialidad educativa.

López Miras y su consejera siguen en sus trece, sin querer bajarse del burro. Y para enmascarar este disparate, se han lanzado, como pollo sin cabeza, a esparcir bulos sobre la nueva Ley de Educación, que pretende acabar con su espolio a la Escuela Pública murciana. «Mientras hablamos de la LOMLOE no se habla de lo nuestro», habrán pensado. Pero se les escapa un detalle: las familias murcianas siguen sufriendo cada día, con toda la crudeza, el castigo al que les han sometido, y eso tiene difícil disimulo, por mucho ruido que hagan.