La Constitución de 1978 celebra todos los años su aniversario con una asignatura pendiente: no se estudia adecuadamente ni en la escuela ni en el instituto. Es difícil que los ciudadanos sientan su Constitución como algo propio si la desconocen o, algo peor, si la conocen sesgadamente. Si se sigue sin enseñar adecuadamente la Constitución en la escuela y el instituto, otras generaciones de españoles se sumarán a aquellas para las cuales la Constitución no deja de ser algo etéreo de la que desconocen por qué es tan trascendente para nuestro desarrollo político, pero también social, económico y hasta moral. Si la ciudadanía hubiera recibido en la enseñanza obligatoria una adecuada educación constitucional, muchos de los acontecimientos acaecidos en nuestro país en los últimos años se hubieran desarrollado de manera diferente.

Así, la ciudadanía hubiera sabido perfectamente que nuestra Constitución realiza y asegura alguna de las conquistas más hermosas de la historia de la humanidad: la democracia dentro del imperio de la ley, el Estado social, las garantías de los derechos personales, políticos y sociales, la prohibición de la arbitrariedad y de la desviación de poder, etc. Hubiera sabido, asimismo, que la soberanía reside en la nación española y que el futuro de España solo lo pueden decidir todos los españoles conjuntamente, así como que nuestro Estado de las autonomías es uno de los modelos más avanzados de descentralización política del mundo.

La Universidad de Murcia, a través de su sede permanente en el municipio de Mazarrón y de su Facultad de Derecho, organizó en 2018 la primera Olimpiada Constitucional que en absoluto se haya celebrado en España, y la tercera en el mundo latino: la Olimpiada Constitucional de Mazarrón, con la participación de los IES Felipe II, Hellín Costa, Domingo Valdivieso y del Colegio Siglo XXI. Se trataba y trata de realizar el proyecto ético de quienes la pusimos en marcha: darles a nuestros alumnos de Cuarto de la ESO la oportunidad de conocer su Constitución. Sobre la base del éxito de esta experiencia mazarronera pionera, en 2019 la Universidad de Murcia y el ayuntamiento de Mazarrón organizaron, ahora además con el patrocinio de la Fundación Séneca, de la Fundación Mariano Ruiz-Funes (Comunidad Autónoma-Ilustre Colegio de Abogados de Murcia-UMU) y la colaboración de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de Murcia, del Consejo de la Transparencia y de los Ayuntamientos de Cehegín y Blanca, la primera Olimpiada Constitucional en el nivel regional en España: la de la Región de Murcia. En ella participaron veintiséis centros de toda la Región, más de cincuenta profesores de Secundaria y de Universidad, y más de 1.500 alumnos de Cuarto de la ESO, quienes recibieron varias clases sobre educación constitucional que culminaron en un concurso celebrado en la Facultad de Derecho.

Y señalo bien: educación constitucional y no educación en valores o educación para la ciudadanía. La educación constitucional es la formación sobre la Constitución, es decir, no versa sobre contenidos extraños y ajenos a la Constitución, ni tan siquiera sobre aquellos contenidos de la Constitución que, por abiertos, pueden ser desarrollos políticamente de manera diferente e, incluso, contraria. Se trata de los contenidos neutros, claros y precisos que establece nuestro texto fundamental: entre otros, cómo se elige y cesa al Gobierno, cómo funciona el sistema electoral, cuáles son nuestros derechos y nuestros deberes, qué es y qué establece el Estatuto de Autonomía de Murcia, qué es la Unión Europea y cómo se organiza?

Se trata de contenidos que no se estudian adecuadamente en la escuela y el instituto, y cuya enseñanza ha sido desatendida por los poderes públicos, a pesar de que los alumnos tienen el derecho a conocerlos.

Con ocasión de la celebración del Día de la Constitución, y después de haber suspendido la Segunda Olimpiada Constitucional en marzo a causa de la pandemia, se presenta la Tercera Olimpiada Constitucional de la Región de Murcia, que concluirá el Día de la Región, con la vocación de consolidarla plenamente y de crear sobre su base la Olimpiada Constitucional de España.

Todo ello como uno de los elementos de las marcas Mazarrón, Universidad de Murcia y Región de Murcia, teniendo siempre presente lo que escribía Argüelles en el Discurso Preliminar a la Constitución de 1812: «El Estado, no menos que de soldados que le defiendan, necesita de ciudadanos que ilustren a la nación y promuevan su felicidad con todo género de lunes y conocimientos».