Cuando el PSOE habla de «armonización fiscal», y no es la primera vez que lo hace, hay que llevarse la mano a la cartera: en realidad, se pretende utilizar un mero pretexto para subirnos a todos los impuestos, especialmente a las clases medias y al tejido productivo de nuestro país, y con ello intentar derribar las políticas de baja fiscalidad llevadas a cabo por Comunidades gobernadas por el PP. Porque avasallarnos a impuestos es marca de la casa socialista.

De ahí que el Gobierno social-comunista, muy significativamente, siempre apueste por una armonización fiscal al alza, y nunca a la baja. Y el argumento de que el objetivo que se quiere alcanzar es la ´igualdad impositiva´, que todos los españoles paguen los mismos impuestos con independencia de su lugar de residencia, estaría bien, pero unifiquemos a la baja y no al alza.

Nuestra postura sí que es clara y coherente: defendemos la bajada de impuestos, porque así se estimula la economía, se atraen inversiones y se crea empleo. Buen ejemplo de ello es la Región de Murcia, que de la mano de Fernando López Miras, se ha convertido en un espacio de libertad económica y una de las Comunidades con más baja fiscalidad. Cabe recordar que el Gobierno regional eliminó hace tres años el injusto y confiscatorio Impuesto de Sucesiones y Donaciones, lo que ha permitido que los murcianos se ahorren hasta mil millones de euros por este concepto. Además, se ha reducido el IRPF en su tramo autonómico y se han establecido bonificaciones fiscales para las familias murcianas.

En realidad, la izquierda, instalada en sus dogmas de fe, es incapaz de asimilar los buenos resultados de las políticas económicas liberales basadas en el ´círculo virtuoso´ que defendemos y aplicamos desde el Partido Popular, y que constatan que, cuando se bajan los impuestos, crece la actividad económica, se crea más empleo y, por tanto, se recauda más. De tal forma que se puede destinar más dinero a tener más y mejores colegios, hospitales y servicios sociales.

Se trata, en suma, de un modelo de éxito que mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Y, frente a ello, Pedro Sánchez pretende imponer un único patrón fracasado, típicamente socialista y ruinoso, el del intervencionismo y los impuestos altos, e incluso ahora quiere extender a toda España el infierno fiscal en el que han convertido a Cataluña los independentistas.

Y es que las concesiones de Sánchez han sido tan vergonzosas que se ha llegado al sinsentido de que algunos de sus socios usen su influencia, no para conseguir beneficios para sus Comunidades autónomas, sino para atacar a otras Comunidades. Y también al absurdo de que un separatista como Rufián decida qué impuestos hemos de pagar los españoles. Se ha aprovechado la negociación de los Presupuestos para sacar al Ejército del País Vasco, eliminar al español como lengua vehicular en la enseñanza, blanquear a Bildu y, ahora, perjudicar a los ciudadanos con más impuestos.

No nos quedaremos quietos ante semejante atropello. Vamos a plantar cara sobre el terreno a Sánchez e Iglesias y mostrar a los españoles que existe otro modelo diferente al que ofrece el Gobierno social-comunista, basado en la rebaja de impuestos, las facilidades a la creación de empleo y la apuesta por el establecimiento de empresas.

Vamos a dar la batalla ante su lesivo plan de armonización fiscal al alza, seguiremos bajando impuestos y, desde luego, no toleraremos que nos obliguen a subirlos. Por la salud de nuestra dañada economía y por el bien de los murcianos y todos los españoles.