Ante el anuncio de que el aeropuerto de Corvera pudiera denominarse Juan de la Cierva Codorniu, varios historiadores y asociaciones memorialistas han protestado recordando que el inventor del autogiro tuvo un papel destacado para hacer realidad el golpe militar del general Franco y otros militares afines.

Recientemente, y en estas mismas páginas, el profesor Diego Jiménez, colaborador habitual de LA OPINIÓN, recordaba los detalles de las relaciones de Juan de la Cierva con los golpistas del 18 de Julio de 1936, facilitando el alquiler del avión Dragón Rapide, conspirando en Londres contra el Gobierno legitimo de la II República, intermediando ante Mussolini, etc. Hechos históricos que han puesto de relieve, de manera incuestionable, historiadores como Ángel Viñas y otros.

Si se llevase a cabo esta denominación del aeropuerto, se estaría incumpliendo la vigente Ley de Memoria Histórica, por lo que debiéramos elegir otro nombre de una personalidad que no suscite controversia ni rechazo.

Afortunadamente, en la Región de Murcia contamos con sobradas figuras para ese fin, y, de todas ellas, quizás la más relevante, podría ser el cartagenero Isaac Peral, inventor del submarino. Este personaje, científico y marino, que dirigió la cátedra de Física-Matemática de la Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada, no fue, para desgracia nuestra, suficientemente valorado por los políticos de su tiempo, que dejaron perder los enormes beneficios que habría reportado a España el desarrollo del primer submarino propulsado con baterías.

Por ello, si el Aeropuerto de Corvera llevara la denominación Aeropuerto Internacional de Murcia - Isaac Peral, supondría, en cierto modo, reparar una injusticia histórica, y seria un motivo de orgullo para todos los murcianos.