Al Gobierno de Fernando López Miras nunca le ha temblado el pulso cuando ha habido que tomar decisiones drásticas y difíciles ante la grave crisis sanitaria provocada por la covid19, y siempre anteponiendo la protección de la salud de los ciudadanos de la Región a cualquier otra consideración.

La situación, además, se ha vuelto crítica y debemos evitar el riesgo de colapso de nuestro sistema sanitario. Es el momento de salvar vidas, hay que adoptar medidas, por impopulares que estas puedan ser, y hay que hacerlo ya. Porque, sin vida, tampoco hay economía posible.

Todas las medidas sanitarias del Ejecutivo regional se han basado única y exclusivamente en las recomendaciones de los expertos, que aquí sí existen y son conocidos. Entre ellas, por supuesto, la interrupción durante quince días de la actividad de la hostelería, una decisión dolorosa pero necesaria que, por otra parte, también han tomado otras seis comunidades autónomas (dos de ellas gobernadas por el PSOE, Asturias y Navarra), a las que se ha unido el País Vasco; y, desde hace tiempo, países de nuestro entorno.

Es de absoluta justicia poner en valor el gran trabajo de los hosteleros, que han tomado todas las precauciones para contribuir a la contención de la pandemia. Pero es en los momentos de encuentro y relajación, tan propicios en bares y restaurantes, cuando nos quitamos la mascarilla y se producen contagios, por lo que, atendiendo a las directrices de los expertos, el único modo que tenemos de evitar la propagación del virus es reduciendo al máximo la interacción social. Mientras el Gobierno regional actúa con determinación y responsabilidad ante la preocupante evolución de la pandemia, la oposición se apunta a la demagogia, al oportunismo y la incoherencia.

Resulta inaudito que el secretario general de los socialistas murcianos, Diego Conesa, en su estrategia de intentar sacar rédito político de una situación tan grave y delicada, pidiera un plan regional de apoyo a la hostelería, mientras que al mismo tiempo sus compañeros de filas en el Senado votaban en contra de una iniciativa del PP para rescatar a los autónomos y bajar el IVA al 4% a la hostelería.

La hipocresía de Diego Conesa traspasa todos los límites: durante todo el anterior estado de alarma, en el que se cerró toda la actividad durante tres meses, no dijo esta boca mía y no pidió a Sánchez ningún plan de rescate, y ahora quiere apuntarse el tanto a costa de todo. Si el PSOE de la Región de Murcia y sus dirigentes estuvieran a la altura reclamarían al Gobierno de Sánchez medidas como las de Alemania o Francia, que compensarán a los hosteleros con ayudas de hasta el 75% de los ingresos justificados con anterioridad a la pandemia.

Y es el Ejecutivo nacional el que tiene en su mano reducir el IVA al 4%, eximir de impuestos y del pago de alquileres, pero, por desgracia, no hay plan estatal. Sánchez, en un acto de cobardía política impropio de un presidente del Gobierno digno de tal nombre, no quiere sufrir desgaste alguno en la gestión de la pandemia y abandona a su suerte a las comunidades autónomas.

Todo lo contrario que el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, que pocas horas después de que se anunciaran las últimas medidas para contener la pandemia, convocó a los representantes de los empresarios y de los hosteleros de la Región para diseñar un plan de rescate a la hostelería y, asimismo, crear un grupo de diálogo entre el sector y el Gobierno regional para establecer mecanismos de apoyo, que ha culminado en un gran acuerdo entre el Ejecutivo autonómico y la patronal que permitirá a los empresarios de la hostelería compensar las pérdidas por el cierre de sus negocios.

Entre las medidas que pondrá en marcha el Gobierno regional, se encuentra una línea de ayudas a fondo perdido por la que se subvenciona el alquiler de locales de bares y restaurantes correspondiente al período que deban permanecer cerrados. Unas ayudas que se suman a los 23 millones de euros que ya están a disposición del sector para, por ejemplo, cubrir los costes de impuestos y gastos corrientes, o la subvención de las cuotas de autónomo.

Se trata de un conjunto de medidas audaces, sin precedentes entre las comunidades autónomas que son una nueva demostración del compromiso firme de Fernando López Miras con los hosteleros de la Región, a los que el Gobierno regional seguirá ayudando a hacer frente a los alquileres, a los gastos y a la falta de ingresos para salvar los locales, las empresas y los empleos. Los hosteleros de la Región de Murcia ni han estado, ni están, ni estarán solos.

Pero de nada servirá su enorme sacrificio y generosidad si no asumimos que contener la pandemia es tarea de todos. Por tanto, volvemos a apelar a la responsabilidad, sensibilidad y solidaridad de toda la sociedad para vencer definitivamente al virus.