Podemos llegó a la política para cambiar las reglas del juego. Con el mismo ánimo entramos en el primer Gobierno de coalición de esta etapa democrática. Una de esas reglas no escritas decía que la Región de Murcia tenía que estar siempre a la cola, gobernara el Partido Popular o el Partido Socialista. Gracias a la presión de los ministros de Unidas Podemos esa regla ya es historia.

Somos la Comunidad que más inversión recibe por habitante en los Presupuesto Generales del Estado del próximo año, 418 euros, con una inversión total que alcanza 625 millones de euros. Es un 67% más de lo que Rajoy y Montoro mandaron a la Región en sus últimos presupuestos en 2018. Pero es que además lo que presupuestaban no lo cumplían: 1.800 millones sin gastar en diez años, según denunció la propia patronal murciana.

Las inversiones de estos Presupuestos cubren en cambio todos los proyectos en marcha actualmente en la Región de Murcia y los amplían: AVE, Corredor Mediterráneo, Arco Norte y Arco Noroeste, el tercer carril de la A-7, la autovía del Reguerón, la ampliación de las desaladoras de Águilas y Valdelentisco, las ciudades de la Justicia de Lorca y Cartagena y un largo etcétera. A ellos hay que añadirle los trescientos millones de los submarinos de Navantia, a pesar de que al consejero Celdrán parece que no le gusta que se invierta en el astillero y se mantengan esos 9.000 puestos de trabajo en la ciudad de Cartagena. Pero no son solo las inversiones directas. El gasto social alcanza 240.000 millones de euros, la mayor inversión de la historia. Una buena parte llegará a la Región de Murcia y servirá para revalorizar y blindar las pensiones de nuestros mayores, las becas de nuestros estudiantes (crecen en 95 millones), reforzar el sistema de dependencia y facilitar el acceso al Ingreso Mínimo Vital a 20.000 personas en la Comunidad Autónoma.

En San Esteban deberían estar tirando cohetes. Estos presupuestos mejoran en mucho los de Rajoy y son objetivamente buenos para la Región. Teodoro García y los diputados del PP no tienen excusa para no votar a favor. La primera reacción de López Miras y Celdrán forma parte de lo esperado, la típica pataleta infantil. Saben perfectamente que llegan muchos millones a la Región y que el victimismo del presidente regional tiene los días contados. Llevan un año tratando de enfrentar a la Región con el Gobierno de coalición y han perdido la partida. Gobernar en coalición también supone negociar. Unidas Podemos ha conseguido victorias como la facilitación del acceso al Ingreso Mínimo Vital y la regulación de los precios de los alquileres, una medida a la que se resistía el PSOE y que se abordará antes de tres meses.

Los precios del alquiler han subido en los últimos cinco años en la Región un 40% de media, una subida que no se ha detenido ni con la pandemia. Las familias trabajadoras ya dedican dos tercios de lo que ganan a pagar hipoteca o alquileres. Regular los alquileres es una necesidad ante los meses de crisis que vienen y la mejor medida para evitar desahucios y ocupaciones. Hay elementos que hubiéramos querido incorporar ya a estos Presupuestos Generales y que no hemos logrado. Nos hubiera gustado una partida específica para el Mar Menor. Pero cada partido en esta coalición tiene el peso que tiene e, igualmente, intentaremos convencer a nuestros socios socialistas de la necesidad de incluirla.

En todo caso, estos presupuestos de 2021 un buen punto de partida para la Región de Murcia. Hasta ahora las crisis se resolvían básicamente amputando, recortando derechos y prestaciones a los trabajadores, pero esa regla de juego también está cambiando.

De hecho, con Unidas Podemos en el Gobierno, se está trabajando en la dirección opuesta. Y estos presupuestos quieren ser, en definitiva, una nueva brújula económica que apunte a la protección del empleo, la consolidación de los servicios públicos y la modernización de nuestro tejido productivo.