Cuando los vecinos de la Senda de los Garres y Santiago el Mayor comienzan a ver con satisfacción que se está cumpliendo el sueño del soterramiento en su primer tramo, desde Los Dolores hasta las puertas de la Estación, después de sufrir una separación del resto de la ciudad de la que forman parte durante bastante más de lo prometido, aunque no haya sido la que les podía haber venido encima de haberse mantenido la tesis del Gobierno anterior de traer el AVE como sea (en superficie) y sólo Dios sabe por cuantos años, aparece un nubarrón sobre Barriomar que pone en serio peligro la culminación del proyecto acordado en el Convenio de 2006.

La nueva empresa constructora lleva todo este año trabajando en el ámbito de la nueva estación, tras haber sido la adjudicataria de las obras del soterramiento hasta Nonduermas, y ahora surgen unos problemas que debieron haber sido previstos en el momento de su licitación hace más de dos años: el cruce del túnel soterrado del ferrocarril con las red de acequias de la Huerta de Murcia, circunstancia a todas luces conocida de antemano por cualquier vecino del entorno.

Este error técnico y administrativo por parte del Gobierno que sacó a concurso las obras provoca una suspensión de las mismas y un enfrentamiento que nunca debió suceder entre ADIF y la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, administradora de la histórica red de acequias.

La Plataforma Pro-Soterramiento, defensora del proyecto integral del Soterramiento, de principio a fin, ha tratado de mediar en el conflicto y de acercar unas posturas enquistadas y estancadas sin que las Administraciones ni los Gobiernos estén urgiendo la solución de un problema del que son los únicos responsables:

Hemos promovido con los concejales de la oposición, como en tantas ocasiones, en este caso con Ginés Maciá, de Podemos-Equo, una moción que el Pleno del Ayuntamiento de Murcia de 28 octubre 2020 ha aprobado por unanimidad, solicitando que el Ayuntamiento se interese en la toma de acuerdos entre Adif y la Junta de Hacendados «necesarios para poder dar continuidad al proyecto de soterramiento de la ciudad de Murcia».

Simultáneamente hemos solicitado un encuentro con la Junta de Hacendados, que hemos mantenido el mismo 28 de octubre con su presidente, Diego Frutos, y Junta Directiva, para conocer directamente los inconvenientes por parte de los regantes para llegar a tales acuerdos.

Asimismo hemos mantenido contactos directos tanto con el partido que sustenta la titularidad del ministerio de Fomento, PSOE, como con los técnicos de ADIF que dirigen las obras de la nueva Estación de Ferrocarril. Tan sólo nos falta, pero estamos en ello, contactar con el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, para no dejar de llegar a ninguno de los responsables.

En este momento podemos dar fe de que las posturas son irreconciliables, por más que hoy se pueda asegurar que la ingeniería puede resolver cualquier problema en una infraestructura sin grandes dificultades técnicas. El enfrentamiento subyace en una propuesta de ADIF que trata de evitar una inversión excesiva por parte de Fomento que se concreta en la travesía de las acequias por el interior del túnel ferroviario a muy poca distancia de las catenarias y red eléctrica del ferrocarril y la defensa a ultranza del derecho de los regantes de la Huerta de Murcia por mantener en servicio la red de acequias gestionada por la Junta de Hacendados, que no quiere correr el riesgo de futuras averías y problemas de mantenimiento de la travesía propuesta por ADIF.

Hacendados propone una canalización con dos colectores paralelos al soterramiento sin interferencia con la red ferroviaria, para dar continuidad a las acequias o brazales que corta, que posiblemente encarezca las obras.

No corresponde a esta Plataforma emitir juicios de valor ni posicionarse a favor o en contra de una u otra propuesta, pero sí urge a las Administraciones implicadas y a los Gobiernos a que promuevan los acuerdos necesarios para que las obras puedan continuar en cumplimiento del Convenio de 2006, actualizado hace tan solo meses con una Adenda aceptada por todas las partes.

Está en juego el proyecto de soterramiento y la redención de unos barrios que han venido siendo castigados por una infraestructura tan necesaria como el ferrocarril desde hace más de 150 años, y que esperaban resurgir con el Soterramiento, como el ave fénix de sus cenizas. Lo que no está en juego es el Corredor Mediterráneo, desde Algeciras hasta Estocolmo, que seguirá pasando por Barriomar y Nonduermas, soterrado o en superficie, porque así lo exige la Unión Europea que lo paga y Andalucía que está esperando a que Murcia deje de poner trabas para que esta infraestructura llegue a Almería y Granada. Sépanlo: el AVE pasará por Barriomar y Nonduermas soterrado o en superficie, pero pasará.

Lo que se puede asegurar con toda rotundidad es que estamos sufriendo las consecuencias de un planteamiento que se descalifica por sí solo, como era hacer llegar el AVE como sea a Murcia, en superficie, sin que en el ánimo de quien lo gestionaba en principio estuviera que el soterramiento se culminara en Murcia, pues hasta llegó a sacar a información púbica el informe de impacto ambiental de una red de ferrocarril en superficie desde la Estación del Carmen a la Estación de Mercancías, en Alcantarilla, en la que dormirían los AVE, atravesando Barriomar y Nonduermas en superficie y con catenarias: BOE, 19 Octubre 2015 (Resolución de la secretaría de Estado de Medio Ambiente, por la que formula informe de impacto ambiental del proyecto ‘Actuaciones para el suministro de energía eléctrica en la red ferroviaria en el ámbito de Murcia, tramo Murcia El Carmen-Murcia Cargas’).

Como consecuencia de aquel planteamiento todo ha sido una cadena de despropósitos, improvisaciones y apaños sobre la marcha, como es haber sacado una licitación sin datos suficientes que después exige modificados de proyectos que no sólo retrasan las obras, sino que las encarecen. Esta es la situación en la que nos encontramos. Esta es la pura realidad, le duela a quien le duela; y las consecuencias las siguen sufriendo los de siempre: los ciudadanos, que pagan con sus impuestos todas las obras públicas que no nos regala ningún Gobierno.

Seguiremos expectantes, vigilando para que no nos vuelvan a engañar. El Soterramiento es el fruto del Convenio de 2006 y es de obligado cumplimiento. Lo hemos defendido desde el principio hasta el final, desde Los Dolores hasta Nonduermas, y lo seguiremos defendiendo, por pura razón de solidaridad con todos los barrios y porque siempre fue este nuestro compromiso con con la sociedad murciana durante más de treinta años. Esperamos que no utilicen el Covid-19 como coartada para no atender la demanda de la ciudadanía.