La pandemia provocada por la expansión de la Covid-19 zarandeó los planes que teníamos trazados todas las Administraciones para el ejercicio de 2020. El ayuntamiento de Murcia no supuso una excepción. El coronavirus fue un test para certificar la capacidad de cambio, adaptación y rapidez de respuesta que las entidades locales podíamos dar ante una situación sin precedentes en el último siglo.

Desde el equipo de Gobierno articulamos con agilidad una batería de medidas orientadas a servir de apoyo a los sectores más castigados por la crisis socio sanitaria que lleva instalada desde marzo. A los dos días de que se decretara el primer Estado de Alarma presentamos el Plan de Soporte Social, con partidas específicas y líneas de ayudas para las familias más vulnerables.

Hemos procurado que la Administración no sea una institución estanca e inmóvil. Si no al contrario. Hacemos propia la reflexión del periodista Mario Noe Pincus Volin cuando afirma que «todo cambio implica siempre una esperanza». Por ello, durante los últimos meses el Ayuntamiento ha dado muestras suficientes de ser un órgano ágil, dinámico y con capacidad de adaptación para encarar las vicisitudes que se presenten.

Una de las últimas muestras en este sentido se produjo hace unos días, con la decisión adoptada por el Equipo de Gobierno de aplicar la exención total de la tasa por ocupación de la vía pública a las terrazas que instalan los establecimientos de la hostería. Esta medida estará vigente durante el primer semestre de 2021, con posibilidad de prórroga en función de la evolución que tenga la pandemia en nuestro territorio.

A este cambio en las ordenanzas fiscales se unió con anterioridad la aprobación del Presupuesto Municipal, unas cuentas con una clara vocación de consenso y fruto del acuerdo. Al pacto logrado en el seno del Equipo de Gobierno, se le sumó la cercanía con el resto de grupo políticos que permitió la aprobación del Plan de Reactivación Económica y Social, cuyas medidas protagonizan el Presupuesto, que presenta un indudable acento social mientras mantiene su apuesta por las inversiones y el por el desarrollo de proyectos estratégicos que contribuirán a crear un nuevo modelo de ciudad, más moderno y vanguardista, y que vertebre por igual social y económicamente a todos los barrios y las pedanías.

En contrapunto con esta situación encontramos la manera de gestionar del Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha demostrado incapaz de sacar adelante sus propios presupuestos, lo que le lleva a seguir con las cuentas que ideó el ministro del PP Cristóbal Montoro en 2018. Por desgracia, el PSOE parece que no se muestra cómodo en la política del acuerdo y consenso.

Otra cuestión que el Gobierno de PSOE y Podemos debe afrontar sin demora es la mejora de la financiación para las entidades locales que más han crecido. Conviene recordar que en la actualidad el Estado aporta poco más de doscientos euros para cada murciano, una cifra sensiblemente inferior que la que perciben otras capitales similares a Murcia, que ha ganado 80.000 habitantes en las dos últimas décadas. Por eso, pedimos al PSOE en Murcia que no se ponga de perfil ante esta situación y muestre su cara más reivindicativa para salir en defensa de los murcianos, apartando por una vez criterios políticos y partidistas. Basta de silencio cómplice ante una situación tan grave como la que estamos viviendo.

La lucha contra la Covid-19 es una cuestión transversal que involucró desde el primer momento a todas las concejalías del Ayuntamiento. Sin excepción de ningún tipo. El Servicio de Limpieza y el de Parques y Jardines lleva a cabo desde el comienzo de la pandemia un riguroso plan especial de actuación con el que garantizan la desinfección de los lugares comunes.

De igual modo, en los colegios públicos se sigue un protocolo especial de limpieza. Esta medida se une al plan de actuación diseñado por la Concejalía de Educación para garantizar la vuelta a la actividad presencial para los más de 500 niños de las siete escuelas infantiles municipales.

La atención de los más necesitados ha sido una constante desde el comienzo de la pandemia. En esta tarea no caben las medias tintas ni los titubeos. Por eso, el Área de Servicios Sociales atiende a diario a todos y cada uno de los ciudadanos que se ponen en contacto con el Ayuntamiento para pedir asesoramiento o ayuda. Las personas están en el centro de todas nuestras actuaciones.

Desde el comienzo de la pandemia llevamos aprobadas más de 5.100 ayudas económicas y liberado un importe de casi cinco millones para atender las necesidades de quien más lo necesita. El Equipo de Gobierno mantiene a su vez una relación fluida y directa con las entidades sociales para articular redes de apoyo y atención, como el Servicio de Reparto de Alimentos, que se diseñó junto a Cáritas Diocesana, Cruz Roja y el Banco de Alimentos del Segura, y ha llegado hasta al último rincón del municipio.

En la gestión de la pandemia también hemos puesto el foco en el talento de los artistas de la tierra. Ello motivó que una de las primeras decisiones que se adoptó fue la declaración de la cultura como actividad esencial. Este anunció se refrendó con la puesta en marcha del programa Reactivos Culturales, dotado con un presupuesto de 700.000 euros para ayudar al sector de la cultura murciana, porque la prioridad absoluta para el alcalde Ballesta es la apuesta por la salud pública y el mantenimiento del empleo.

Nuestra batalla contra el virus no va a cesar hasta que la situación epidemiológica esté controlada en el municipio de Murcia. Medidas como los controles periódicos para la detección de trazas de Covid-19 en el tranvía o el sistema inteligente que garantiza la seguridad a los usuarios de las piscinas públicas buscan que los ciudadanos vean mermadas lo menos posible sus actividades diarias a causa de la pandemia. Seguiremos apostando por las personas. Afrontando a su lado los retos que estén por venir.