in apenas medios económicos y humanos, pero con un trabajo exhaustivo y de calidad, la MSTSE, compuesto por los ayuntamientos Aledo, Alhama de Murcia, Librilla, Mula, Pliego y Totana, ha demostrado que desde lo público se puede ser competitivo, productivo, eficiente, eficaz y sobre todo, capaz.

Entre más de 120 proyectos presentados, el trabajo realizado desde este rincón del sureste español, fue reconocido como uno de los mejores, tan solo veinticinco fueron seleccionados en toda España, y es que cuando la participación de los agentes implicados se convierte en el eje vertebrador de un proyecto, muy pocas veces fracasa.

Este puñado de trabajadores, que se pueden contar con los dedos de una mano y te sobran, casi todos en situaciones de estabilidad laboral y económica que brillan por su ausencia, han señalado el camino al sector turístico regional. No quiero ni pensar de qué serían capaces de lograr si tuvieran los medios y las infraestructuras de que disponen otros.

Cuando la política turística ha tomado el camino de las ocurrencias y las improvisaciones, cuando la participación brilla por su ausencia, cuando se invita a conocer proyectos cuando ya están realizados y solo se les reclama a los agentes para la foto de turno, cuando a los Ayuntamientos la propia ley de turismo, a pesar de las recomendaciones del Consejo Económico y Social, les pegó una patada en el culo y los envió a cada uno a su casa, el resultado no puede ser otro que el actual, y es que la Región de Murcia carece de una mínima hoja de ruta turística.

Por eso, al ver un documento elaborado desde las bases (reuniones de coordinación, sesiones informativas, grupo de trabajo, foro de seguimiento, entrevistas y cuestionarios), siguiendo más tarde los controles de calidad necesarios, pero sobre todo haciendo partícipes de un proyecto por fin territorializado, al conjunto de la comunidad turística, uno no puede más que sentirse orgulloso de ellos, y pedir que, por lo menos, no permitan que sus profesionales sigan ejerciendo una labor necesaria, al borde del precipicio de la precariedad y la temporalidad.

El resultado es que cerca de tres millones de euros se invertirán en diferentes proyectos, un 40% de aportación estatal, otro 40% de fondos autonómicos y el 20% restante saldrán de las propias corporaciones. Pero detrás de todo esto no está la suerte, sino las consultas para la recogida de información, reuniones sectoriales, encuestas de participación pública, reuniones informativas para terminar con reuniones de validación del trabajo realizado.

Estos cerca de tres millones de euros irán a mejorar la digitalización de oficinas de turismo, mejorar los albergues, formación, comercialización, yacimientos argáricos, rutas (Islámica, de la Alfarería, Pinturas Rupestres, Actividades Acuáticas, Pozos de la Nieve, etc).

Sin duda, el sector turístico público de la Región de Murcia se merecía por fin una buena noticia. Si hace unos días era la Asociación de Amigos del Arte Rupestre la que puso el foco en nuestros recursos patrimoniales, estos días la Mancomunidad de Servicios Turísticos de Sierra Espuña ha indicado el camino a seguir. Enhorabuena.