La lucha por el soterramiento de las Vías en Murcia comienza más de treinta años atrás, en los últimos 80 del pasado siglo XX. Una historia enmarcada en un planteamiento de lucha pacífica y no violenta, alineada con la tesis de que los cambios y conquistas sociales así conseguidos son más duraderos y de mayor calado que los conseguidos sólo con el enaltecimiento de la violencia y la propia violencia como estrategia básica de lucha.

Con la ventaja de que hemos sabido evitar los liderazgos personales y el protagonismo se ha cedido a amplias clases sociales o a toda una sociedad, como sujetos de la Historia y de los avances sociales

Nuestra larga historia está jalonada de fechas memorables, pero la del 30 de septiembre es una efeméride que refleja con toda contundencia ese carácter de lucha pacífica y no violenta y de que su protagonista fue y es la sociedad murciana, la ciudadanía que aquella fecha de 2017 llenó las calles de nuestra capital como nunca antes lo había hecho. A la Plataforma Pro-Soterramiento nos cabe el honor de haber sido los mediadores de aquella convocatoria y de poder hacer tres años después un balance y una rendición de cuentas e información de cuál es la situación al día de hoy. Balance en todo caso oportuno, pero mucho más estando atravesando un momento difícil como es el de esta pandemia que nos restringe relaciones sociales y nos impone confinamientos y distanciamiento social, así como una reclusión en la familia o el teletrabajo, poco proclives a luchas ciudadanas que a pesar de todo se mantienen, como es el caso de la lucha por el Mar Menor, los desahucios o unas pensiones dignas.

Creemos legítimo y justo recordar que el grito de «No queremos muro» coreado por miles de ciudadanos aquel 30 de septiembre estamos a punto de verlo hecho realidad. Y que lo hemos conseguido con las 'armas' de la no violencia, como fueron aquellas interpretaciones musicales de El Muro de Pink Floyd, ejecutadas por cientos de músicos, o el Resistiré del Dúo Dinámico adaptada por nuestra orquesta, Los Viakingos, o con Ana, La Abuela del Soterramiento, y su banqueta, que llegó a paralizar unas obras en construcción del AVE en superficie. Esta es nuestra historia, le pese a quien le pese; una historia que hicieron suya más de 50.000 ciudadanos aquella tarde del 30-S.

Desde nuestros comienzos siempre mantuvimos que era necesaria la implicación de todos los barrios y de todos los ciudadanos. Vienen a mi memoria las palabras textuales de nuestro querido Pepe Tornel, aquel cura obrero que luchó en tanto frentes: «Si queremos conseguir el soterramiento tenemos que implicar a todo el mundo». Y aquello se hizo realidad aquel 30-S, con decenas de miles de ciudadanos en la calle, de toda edad y clase social y de ideología diversa.

Y bien podemos decir que tres años después, la situación ha cambiado y que la ejemplar demanda social que más de 50.000 ciudadanos exigieron pacíficamente está bien encauzada, con una fase inicial tan sólo a algunos meses de concluir y con una fase más reciente centrada en la nueva estación soterrada 'Murcia del Carmen'.

Los trenes procedentes de Alicante y Cartagena todavía siguen circulando en superficie, pero ya disponemos de más de un kilómetro de túnel soterrado en cuyo interior se están terminando de colocar las vías desde Los Dolores a la Estación del Carmen; un trabajo que pasa desapercibido porque se realiza bajo tierra, pero del que podemos dar fe.

Independientemente de esta primera fase del soterramiento, al sur del entorno de la Estación se están construyendo unos nuevos andenes provisionales para poder desmontar toda la antigua playa de vías y proceder a soterrar una moderna estación que sustituirá a la que inauguró Isabel II.

Cuando estos nuevos andenes estén construidos los trenes llegarán a ellos desde Los Dolores a través del túnel soterrado y dejarán de circular en superficie, como vienen haciendo más de 150 años. Sólo entonces desaparecerán las actuales vías en superficie, sólo entonces se abrirá el antiguo paso a nivel de peatones y vehículos entre Santiago el Mayor, El Carmen e Infante Don Juan Manuel y sólo entonces desaparecerá la actual pasarela de peatones que hemos tenido que usar y sufrir más tiempo del que todos hubiéramos deseado. Será el primer tramo del soterramiento soñado y luchado por aquellos 50.000 ciudadanos que hace tres años lo pidieron alto y claro a nuestros gobernantes. A ellos cabrá el honor y a ellos va dirigida esta remembranza como gesto admiración y agradecimiento.

En el propio ámbito de la nueva estación ya se está trabajando en la cubierta de la que ha de ser la primera parte de la estación que recibirá trenes en andenes soterrados: los AVE, que llegarán a Murcia soterrados y no en superficie, como estaba planteado, con el muy alto riesgo de que en superficie hubieran quedado definitivamente como ocurrió en Valladolid, en circunstancias semejantes a las de Murcia. Este es un segundo hito fruto de la movilización prosoterramiento, cuyo aldabonazo más sonado fue aquel 30 de septiembre que ahora recordamos. Murcia no dejará de tener AVE por la lucha prosoterramiento, pero gracias a esta lucha lo tendrá soterrado como en todas las grandes ciudades a donde ha llegado. En cualquier caso podemos afirmar rotundamente que aquellos hipotéticos AVE a Murcia en superficie aún no habrían llegado, porque aún no lo ha hecho a estaciones previas como Elche u Orihuela.

Sin embargo, esta lucha no ha terminado. Estamos empezando a ver surgir el bulevar que cubrirá el túnel soterrado que ha de ser lugar de encuentro ciudadano, de actividades lúdicas y culturales que den vida a nuestros barrios, en modo alguno nuevos viales de circulación que puedan constituir un nuevo muro cuando nos vamos a liberar del muro de las vías. Hace ya un mes que hemos demandado reunión con el Ayuntamiento, como responsable del urbanismo y de la circulación urbana, pero aún no ha respondido. El proyecto de soterramiento no es sólo el entorno más inmediato de la Estación, sino que abarca hasta Nonduermas a través de Barriomar. Y justamente en Barriomar han surgido problemas de intersección con la red acequias de la Huerta de Murcia y de la red de aguas y colectores que gestiona Emuasa. En este momento, es el punto negro del proyecto de soterramiento que básicamente está en las manos y la responsabilidad el ayuntamiento de Murcia. Esperemos que siendo la Administración más cercana no sea la que más obstáculos genere al proyecto de soterramiento y que ponga los intereses generales de nuestra sociedad por encima de su parcela de poder y de sus intereses corporativos.

Estos son los interrogantes a los que aún hemos de encontrar respuesta para conseguir el Proyecto de Soterramiento por el que hemos venido luchando durante más de treinta años, que se concretó en el Convenio de 2006 entre las tres Administraciones públicas, y que hace tan sólo unos meses ha sido modificado y actualizado mediante adenda.

Hace tres años. Nosotros estuvimos allí. Es un orgullo. Ya estamos viendo algunos frutos. ¡Gracias, Murcia! Pero, no nos queda otra: ¡Seguimos!