El esfuerzo del Gobierno regional en su empeño por seguir reforzando nuestro sistema sanitario con el fin de continuar haciendo frente a la pandemia con garantías constituye un ejemplo de responsabilidad y se encuentra a la altura de lo que el actual contexto requiere. Y es así a pesar de la infrafinanciación que sufrimos, a la que se ha sumado recientemente el nuevo castigo al que nos ha sometido Pedro Sánchez con su injusto reparto de los Fondos Covid. Y es que en la Región de Murcia se toman decisiones con anticipación, se trabaja sin descanso, y contra viento y marea, para ganar el pulso al coronavirus, ya que, como dejó bien claro desde el principio nuestro presidente Fernando López Miras, la salud de las personas es lo primero.

Un Ejecutivo regional que, en este duro combate contra el virus, ha ido siempre un paso por delante y actuado de forma coherente. En esa línea, se ha dado a conocer a los sindicatos los planes de incorporación de más personal sanitario con contratos de larga duración de medio millar de profesionales, entre enfermeros y técnicos que vendrán a reforzar laboratorios.

Cabe recordar que actualmente hay 1.500 profesionales más reforzando el sistema sanitario, y además se espera la incorporación de 347 residentes, entre enfermeros, médicos, biólogos, químicos, físicos, que tienen su plaza adjudicada en centros de la Región, y en total representan un 20% más que el año pasado.

El Servicio Murciano de Salud ha mantenido el aumento del personal que se precisó en la primera oleada de la pandemia, además de dar cobertura al periodo vacacional y las incapacidades temporales de los profesionales sanitarios. Además, se tomó la importante decisión de habilitar las bolsas de trabajo con el fin de evitar que el servicio se resienta y las posibles cuarentenas de los profesionales repercutieran en la atención.

El cambio del modelo de la Atención Primaria, que en nuestra Región ha ejercido de auténtico dique de contención de la pandemia, continúa siendo clave para no colapsar el sistema. Un patrón de gestión, consistente en el aumento de las consultas telemáticas y telefónicas, que ha sido emulado por otras Comunidades autónomas.

Incluso en otros países, como es el caso del Reino Unido, han llegado a adoptar medidas de contención de la pandemia que en la Región llevan implantadas más de un mes. Y es que el Gobierno de López Miras siempre ha sabido anticiparse y actuar con audacia, valentía y determinación.

Unas medidas que, sin duda alguna, serían mucho más eficaces si contaran con el respaldo y la coordinación de un Gobierno central que está haciendo una escandalosa dejación de funciones. Por desgracia, Pedro Sánchez, que ha abandonado a su suerte a las Comunidades autónomas, está más preocupado de su estrategia política que por frenar la pandemia. Pretende no desgastarse en la gestión de esta crisis, pero, por su inadmisible inacción, su cuota de responsabilidad en los rebrotes es altísima.

Por su parte, el líder de los socialistas murcianos, Diego Conesa, se limita a seguir los pasos de su jefe de filas, lo que le está haciendo perder credibilidad como dirigente político al optar por no arrimar el hombro y buscar el enfrentamiento, en lugar de contribuir a salir de esta situación lo antes posible. Y todo a pesar de que el mismísimo Pedro Sánchez clamara que estamos ante una guerra epidemiológica, y no ideológica, pero parece ser que esta declaración, o bien es de cara a la galería, o bien no ha llegado aún al argumentario del PSOE, porque Conesa continúa con una campaña irresponsable y oportunista de uso político de la pandemia que le pasará factura.

El PSOE conoce perfectamente el esfuerzo que está haciendo el Gobierno regional para aumentar el personal, pero en vez de hacer aportaciones constructivas, se han instalado en la confrontación, lo que no les llevará a ningún lugar. Frente a sus injustas, gratuitas y demagógicas críticas, cabe apuntar que la consejería de Salud cuenta actualmente con 320 rastreadores propios, cifra que se ha ido incrementando de forma progresiva y a los que se unen el refuerzo de los ochenta efectivos de las Fuerzas Armadas que se han incorporado en los últimos días.

Es el momento de aparcar inútiles rencillas políticas, actuar con verdadera altura de miras y afrontar con unidad y auténtica lealtad esta segunda oleada. Hagámoslo por el bien de los ciudadanos en general, y más en concreto de unos profesionales sanitarios que continúan desempeñando un impagable trabajo en primera línea de combate contra el coronavirus. Nunca les agradeceremos lo suficiente su heroica labor en defensa de la salud y la vida de todos nosotros.