Pasmados. Así se quedaron los concejales de PSOE el jueves pasado en el pleno. No salían de su asombro. Los cuatro concejales de Ciudadanos, con su abstención, permitieron que saliera adelante que Urbamusa se quedara con el servicio de la ORA, una propuesta sobre la que planea una serie de sospechas de irregularidades. Días antes los naranjas se habían mostrado reacios a aceptar ese contrato y se había alineado con la oposición.

Sin embargo, durante el pleno todo cambió y PSOE y Podemos se quedaron fuera de juego con su negativa. Qué pasó en ese ínterin para que se le diera la vuelta a la tortilla. Lo que ya viene siendo habitual en la Glorieta cuando hay un encontronazo entre las dos facciones del Gobierno local: la intervención de los superiores regionales y nacionales. Según contaban en la sesión plenaria, a los de Cs les habían leído la cartilla para que hubiera un acercamiento a los populares mientras estos habían incluso recibido una llamada de Madrid, en la que se les hacía ver la necesidad de llevarse bien con los de Inés Arrimadas.

Sea como fuera, los dos grupos del Gobierno local se mostraron amigables, una actitud que no se veía desde hace muchos meses en la Glorieta. Es más, incluso parecían dos novios en vías de reconciliación por la cantidad de mociones alternativas que presentaron para que la oposición no sacara adelante sus propuestas, algunas de ellas sumamente interesantes como la de tener un presupuesto aprobado y listo sin necesidad de hacer prórrogas como la actual presentada por el portavoz municipal del PSOE, José Antonio Serrano. En este ejercicio, el presupuesto sigue prorrogado desde 2019 y se ha producido un recorte brutal, sobre todo, a las juntas de vecinos, a las que se les ha metido un tijeretazo del 32%.

Sin embargo, esa paz ficticia ha durado poco. Una nueva denuncia en Fiscalía y la apertura de una investigación sobre decenas de contratos a raíz de la iluminación de Navidad, ha hecho, otra vez, saltar por los aires esa tregua. Los populares han cargado los cañones y han disparado este domingo contra el portavoz de Cs, Mario Gómez, y contra el líder municipal de los socialistas. Que acusen al PSOE de no actuar de buena fe carece de importancia. La magra está en Cs, que forma parte del Gobierno local, que se encuentra en estos momentos en horas bajas, y cuyo portavoz ha sido colocado en esta ocasión en la diana.

Los populares con sus incendiarias acusaciones sobre que detrás de esa denuncia estaría Gómez (fue interpuesta por el abogado Diego de Ramón) quieren presionar a la dirección regional y nacional para que lo destituya de concejal, una situación que de producirse generaría un escenario de incertidumbre, ya que el perfil del líder municipal de los naranjas no es de arrojar la toalla. Es decir, no abandonaría el acta de edil y pasaría al grupo mixto con lo cual seguiría en el Ayuntamiento en la oposición. Por nadie pase.

En apoyo de la directora de la escuela infantil municipal 'represaliada'

PSOE y Podemos mostraron el pasado jueves durante el pleno su apoyo a la directora de la guardería de Santiago El Mayor que ha sido destituida tras enfrentarse con la jefa de ese servicio municipal, en una mesa de negociación, a la que acudió en representación de CC OO, al no estar de acuerdo con las propuesta de la concejala de Educación y de Escuelas Infantiles, Belén López.

La edil esgrimió como argumento que llevaba en el puesto muchos años y que su relevo obedece a criterios técnicos porque ese cargo es para tres años. Podría ser un argumento válido si no hubiera otros directores y directoras en las guarderías públicas con más de tres años en esa responsabilidad, que siguen en su cargo. Está claro, por tanto, que el criterio en ese caso no es válido. Uno de los concejales que salió el pleno para apoyarla en la concentración sindical convocada fue el portavoz de Podemos en el Ayuntamiento, Gino Ruiz, que aparece en la imagen. Para Ruiz, el cese es algo intolerable.

El podemita lleva unas semanas muy crítico con el Gobierno local. Hace dos semanas calificó de pueril que la portavoz del Gobierno local aludiera al 8M para defender los actos de Gran Vía, que finalmente fueron anulados ante la avalancha de críticas de PSOE, Podemos y Cs.