Soy seguidor de Trump en Twitter. Me fascina la cantidad de disparates que ha podido llegar a decir ese tío con respecto a la pandemia, a los manifestantes contra el racismo, a los gobernadores demócratas y a cualquier ser humano, incluido los de su propio gobierno, que entran y salen del mismo con una cierta periodicidad. Siempre me pregunto cómo es que hay tanta gente que lo vote. Para mí es inconcebible. Luego veo algunos personajes de las películas de los hermanos Cohen, Fargo por ejemplo, y entonces ya lo entiendo. ¿Recuerdan al hombre que pilla la policía metiendo una pierna de su socio en la picadora de carne? Pues eso.

Sabe que lo tiene

Un muchacho de unos 16 años habla por el móvil, en la calle, muy alarmado: ‘¡Ostias!, no me digas, ¿Que ella lo ha pillao’?..., pues entonces lo tengo yo también. Seguro.’, y cambiando la voz a más dulzona y bromista, dice: ‘ya te puedes imaginar por qué te lo digo…’ (No puedo ver si está sonriendo porque lleva mascarilla, pero es casi seguro).

No hace falta

Hay que decirles a algunos y algunas, aunque sean muy pocos, que, para hablar por teléfono, no hace falta quitarse la mascarilla, que se escucha lo que se dice con ella puesta perfectamente. Es que hay quien lo hace siempre, como si fuera a comerse una marinera.

Es por principios morales

Un hombre va por la calle con una niña de la mano. No llevan mascarilla. Se paran y él le pregunta a una mujer dónde está la calle Sagasta. Ella se lo indica y también le dice que se ponga una mascarilla, que lo van a multar. El hombre responde: ‘No la llevamos porque yo soy objetor de conciencia, señora’.

La razón

Un amigo y yo estamos de acuerdo en que todos los movimientos algo extraños que está haciendo el Gobierno central últimamente tienen que ver con conseguir que le aprueben los presupuestos. Esa extraña visita de Sánchez a la pánfila de la Comunidad de Madrid, hacer que el Rey no vaya a Barcelona a lo de los jueces, hablar del trámite de los indultos a los independentistas, los encuentros con Ciudadanos por un lado y con Ezquerra y Bildu por el otro, etc, etc, tienen que ver, a mis cortas luces, con la idea de que, si no consiguen aprobarlos, no tendrán más remedio que convocar nuevas elecciones. Y, en las actuales circunstancias de la pandemia, ellos saben muy bien que eso sería un error absoluto.

Preocupación

Un hombre mayor a mí en la calle: ‘¿Vecino, sabe usted si ya se puede tomar cosas en las barras de los bares?’

Series

He empezado a ver la serie Watchmen. Después de tanto premio Emmy quiero saber qué me estaba perdiendo. Con respecto a Shitt’s creek, la ganadora, por primera vez en la historia de todos los premios de su categoría, he de confesar que en algún momento he visto un poco de un capítulo, pero que nunca me ha llamado mucho la atención, lo que demuestra algo que ya sabía, que no sé por qué me pongo a opinar de cine y series si no tengo ni idea de lo que es realmente bueno o malo. Por cierto, estoy un poco cansado de policías, crímenes y demás thrillers. Me gustaría cambiar, pero no sé qué ver. Lo intento, hago catas, pero no doy con la tecla. Busco algo que tenga amor, sexo, risas, música y paisajes bonitos.

Apuros

Me entero por la prensa de que la baronesa Thyssen tiene que pagar las hipotecas de sus cuatro casas y que hay muchos gastos que atender. En el reportaje, enseña su casa de Andorra y se ve claramente que ahí caben ella, sus hijas, el hijo Borja y su familia y hasta los parientes lejanos. La piscina cubierta tampoco está mal. En fin, pobre mujer, cuántos sacrificios económicos para poder vivir.

Depilando el pescado

Una mujer, en la pescadería: ‘Ponme esa dorada. Por favor, ábrela y quítale las espinas’. Ante mi asombro, la dueña del puesto hace lo que le ha dicho y acaba su trabajo con unas pinzas de depilar quitando las espinas más pequeñas.