Alguien que fue protagonista cercano del anterior concurso para la concesión de la televisión autonómica a la productora Secuoya, me decía hace unos días: «Esta vez no va a ser tan fácil». Añadía que hay muchos nervios en esa casa. Los miembros del tribunal licitador son siempre funcionarios acreditados, pero alguien los elige. La competencia está en manos del consejero de Presidencia y Hacienda, Francisco Celdrán, un hombre de PAS. Es básico, aparte de la independencia de los miembros de la mesa de contratación, colocar en ella a alguien con las habilidades suficientes para, llegado el caso, reconducir hacia el buen camino las opiniones y valoraciones. Eso me cuentan quienes conocen de otras etapas estos mecanismos. Me citan la película El Jurado, con Gene Hackman y Dustin Hoffman. Una cosa así. Tal vez en la anterior ocasión quien hiciera ese papelito fuera el actual presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, que actuó como secretario de la mesa de contratación en favor de Secuoya en su condición entonces de secretario general de la consejería de Hacienda, que en aquella etapa gobernaba desde fuera el diputado Vicente Martínez Pujalte, experto en cafelitos de negocios. Éste fue pieza principal en apoyo de la actual concesionaria, y mantiene una relación muy estrecha con el estatus de poder del PP murciano, es decir, el presidente, que se rodea de personas de confianza de aquél, como su propia jefa de gabinete, Mar Moreno, además de promover a diputada a Isabel Borrego, esposa de Pujalte. También, en consecuencia, Pujalte es uña y carne del expresidente Pedro Antonio Sánchez, mentor de López Miras, y es curioso que estos días, poco antes de que se cerrara el concurso para la concesión de la televisión autonómica, Sánchez haya regresado desde la lejana Miami a su residencia de Puerto Lumbreras. Casualidad, sin duda. Otra línea de rumores señala que en realidad Secuoya fue originariamente una apuesta del Gobierno Rajoy para instituir un grupo de comunicación afín, intento que fracasó y del que solo quedan secuelas como la murciana, mientras la corporación se dedica a las series y al mercado hispanoamericano. Sería, pues, el momento de satisfacer a las 'vacas sagradas' del empresariado murciano, frustradas porque en el anterior concurso les fue arrebatada la concesión en favor del ingenio Rajoy. Hay quien dice que los 'asesores externos' juegan a varias bandas.

Por su parte, el CT de RTVE en Murcia aparece en el centro de la crisis que afecta a esa cadena. La pretensión de nombrar director al reportero gráfico y presidente del comité de empresa de Murcia Francisco Briones, en sustitución de África Huertas, que sobrevive a su nombramiento en tiempos del PP, fue una de las causas de la rebelión de la directora de Centros, Cristina Ortiz, frente al jefe de informativos, Enric Hernández, que ha provocado una ristra de dimisiones en el staff.