Vivimos tiempos complejos y convulsos. Las pocas seguridades que teníamos se desmoronan. Derechos, libertades y un determinado modo de vivir, que a duras penas avanza, están puestas en cuestión. Los ideales conservadores y neofascistas lamentablemente ya son parte del acervo común que muchos medios quieren imponer. La crisis del Covid-19 ha venido a profundizar las diferencias entre la población. Así, durante la pandemia, los ricos han aumentado sus ingresos mientras la gran mayoría de la población ha visto cómo perdía su trabajo y sus ingresos. Además, quienes peores condiciones laborales tenían son los que han estado al frente de esta pandemia para que tengamos una vida mejor. Hemos afrontado una crisis sanitaria con un sistema de salud desmontado y privatizado.

Por ello, más de quinientas organizaciones sociales de todo el territorio español, en el mes de marzo, nos organizamos y constituimos la Plataforma Plan de Choque Social, con un único objetivo: el de organizarnos para no pagar otra vez la crisis, formando un frente común que contrarreste la presión de los grandes lobbies. En la Región murciana somos más de treinta las que luchamos, desde la calle, para conseguir una vida digna, un reparto de la riqueza, contra la precariedad y la pobreza.

Tenemos claro que el capitalismo va a volver a intentar imponer las medidas que aplicaron tras la crisis de 2008 si no lo evitamos: peores condiciones laborales, desmantelamiento de los servicios públicos, incremento del coste de la vida, destrucción de nuestros recursos naturales, eliminación de los avances en igualdad? La acumulación de la riqueza por las clases ricas (mucha de ella por medios ilícitos e inmorales) y su avaricia, son escandalosas. Derechos que creíamos consolidados (en una sociedad avanzada y moderna) han sido directamente robados, poniéndose en peligro los más básicos derechos humanos y toda forma de vida.

Frente a esto alzamos la voz. El mundo que nos quieren imponer no es sostenible, no es compatible con la vida humana y animal. Como respuesta al legítimo derecho de la protesta, nos encontramos con la represión. Hoy, defender los derechos humanos (la solemne declaración de la ONU de 1948) es un acto revolucionario, una necesidad y una obligación de la Humanidad.

El ser humano, por el simple hecho de nacer, dispone del derecho a tener cubiertas sus necesidades básicas: comida, techo, educación, sanidad, subsistencia? Y todo ello comienza con poder acceder a un trabajo digno y con salario suficiente; con unas prestaciones económicas también suficientes cuando falte el trabajo; con una pensión digna al final de su vida laboral; una sanidad de calidad que abarque todos los aspectos necesarios en la vida; con un techo donde vivir y descansar, con el derecho al ocio y cultura dignos; el acceso a unas comunicaciones e infraestructuras asequibles; a una información veraz? Es posible garantizar una vida digna con una Sanidad y una Educación de calidad, con igualdad de oportunidades para superar las desigualdades sociales.

Por ello, exigimos:

  • Una Sanidad Pública de calidad y con los medios necesarios para atender a toda la población. Esta crisis nos ha alcanzado con un sistema sanitario público desmontado y privatizado.
  • La aplicación, en toda su extensión, de la Ley de Vivienda aprobada por el Parlamento Regional (año 2016), garantizando los suministros básicos, introduciendo en la misma modificaciones que la mejoren y que vayan igualando los derechos de las familias murcianas con las de otras Comunidades autónomas.
  • Una Educación Pública y de calidad que garantice el acceso universal y la igualdad de oportunidades (desde la edad más temprana), con un incremento presupuestario como garantía de una enseñanza de calidad. No más recortes en la Educación pública, no más conciertos educativos hasta que el nivel de inversión en la pública supere al que se inyectado en la concertada. El dinero público, para la educación pública.
  • La defensa del territorio, sus espacios naturales y su cultura. En defensa del Mar Menor. Por la regeneración de la Sierra Minera, de Portmán y de los terrenos contaminados de El Hondón. Que quien contamine, pague. No más inundaciones. Por otro modelo de desarrollo económico, pedimos una mejora de la calidad de vida, la salud y el medioambiente, amenazado por la situación actual de emergencia climática.
  • La regularización de las personas sin papeles. No podemos consentir la explotación laboral, ni las redadas, encierros y deportaciones racistas. Los derechos humanos han de estar por encima.
  • Una salida a la crisis sanitaria con perspectiva feminista, la revalorización del trabajo doméstico y de cuidados, una inversión pública para acabar con la violencia machista. Unos planes de conciliación consensuados e igualadores.
  • La no contaminación en toda su amplitud, alternativa a la wifi en las escuelas y hospitales, la moratoria del 5G y el cumplimiento de la resolución del Defensor del Pueblo de España.
  • Repartir los trabajos y la riqueza. Para ello se hace imprescindible derogar las reformas laborales del PP y del PSOE y ampliar la Renta Básica de Inserción de la Región. Por unas pensiones dignas.
  • Gestión por parte de las Administraciones de todos los servicios públicos y los bienes comunes. Por unas residencias de mayores públicas. Es necesario recuperar todos los servicios públicos privatizados y los bienes comunes en manos de las grandes empresas.
  • En resumen, rescatar a las personas y no al Ibex35. Para ello hay que exigir el retorno del rescate bancario y realizar una reforma fiscal en la que quien más tenga, más pague.