No me andaré por las ramas: yo no quiero que me bajen los impuestos.

Pienso que Covid y reducir los tributos es un oxímoron.

Llámenme iluminado, al fin y al cabo soy vecino de la UCAM, pero pienso que sin personas no hay economía posible.

Renuncio, por tanto, a la rebaja fiscal de la que alardea la Comunidad de Murcia y mi pequeña parte quiero que se destine a todas aquellas 'pequeñas cosas' que no son rentables a ojos de una economía liberal de mercado que, por cierto, no ha aparecido por ningún lado a salvarnos durante la pandemia.

Mi primer euro deseo que se destine a reforzar nuestro sistema sanitario. La sanidad pública precisa igualar el valor de sus medios materiales al de los humanos. Han sido las sanitarias y sanitarios los que han sostenido el envite sin suficiente remuneración ni medios? Medios que también se hurtan a la investigación, que concentra ahora todos nuestros anhelos, a la espera de vacuna.

Otra parte importante quiero que se dedique a proteger a nuestros mayores, aparcados del estado de bienestar que ellos mismos han creado, con su esfuerzo y contribución. A ojos de los liberales ya no son productivos y, por tanto, son carne de desecho.

Ya sé que no soy Amancio Ortega. Yo quiero pagar impuestos y por mucho que lo intente no tengo tanto que repartir, pero en estos momentos las monedas que aún me sobren reclamo que se destinen a paliar la pobreza. En la Región de Murcia somos ricos en familias y menores vulnerables. Soy consciente de que tampoco atraen inversión, pero mi religión no es defender a los más poderosos sino propiciar una sociedad más justa.

Y, por último, estoy dispuesto a romper la hucha, a reclamar que se suba la fiscalidad para impulsar nuestra educación pública, columna vertebral en la lucha contra la desigualdad.

Me quedaría el medio ambiente, pero sería volver a empezar?

Covid y reducir los requisitos medioambientales es un oxímoron.