Cómo ha cambiado el cuento. Si la pasada legislatura será recordada como la más brillante y prolífica que hemos tenido en nuestros cerca de cuarenta años de existencia (modificación de la Ley Electoral, comisiones de investigación, proyecto de eliminación de los aforamientos, acuerdo para la reforma del propio Estatuto, etc.) donde los Joaquín López, Óscar Urralburu, Miguel Sánchez y Victor Martínez pusieron el listón muy alto, y al que algún día alguien debería reconocerles su labor en la mejora de la democracia, esta legislatura que ahora cumple un año está convirtiéndose en una caricatura, y por si faltaba algo, el vodevil Vox le está poniendo la guinda al pastel.

Ahora de facto tenemos seis grupos políticos (PSOE ,17 escaños;PP, 16; Ciudadanos, 6; Vox (empresariado agrícola) 1; Unidas Podemos, 2, y 3 los expulsados de Vox), lo que, sin duda, permite al actual Gobierno regional, por un solo voto, seguir convirtiendo la Asamblea Regional es algo totalmente prescindible.

Un Parlamento regional que nombra a quien niega el cambio climático, a quien apuesta por la 'ley de la selva' en materia legislativa medioambiental, el diputado de Vox, presidente de la Comisión de Medio Ambiente; en otras palabras, como reza el dicho popular, 'poner al zorro a cuidar de las gallinas'.

Pero aquí no acaba el desmadre. La Asamblea está presidida por alguien que paseaba por allí en ese momento, y que, sin duda, ha demostrado estar más pendiente del santoral y de los pregones que de dirigir la institución. La figura de Rosa Peñalver sigue creciendo, y ya es reconocida por todos como la mejor presidenta, con diferencia, que hemos tenido.

Cuando aparecieron miles de peces muertos en la orilla del Mar 'muerto' Menor, ni siquiera el presidente de la Asamblea tuvo la dignidad de ir a dar la más mínima explicación; envió a su subordinado de guardia, el cuarto consejero de Agricultura en tres años.

La puntilla a la Asamblea se la ha dado López Miras, quien durante la mayor crisis que hemos padecido en los últimos cien años, en los meses de marzo y abril, ni tan siquiera se dignó acercarse a dar la más mínima explicación en la sede de la soberanía regional.

En las últimas semanas, hemos asistido absortos y algunos boquiabiertos, a una indigna prostitución de la institución,, aprobando Decretos -ley sin consenso ni diálogo, saltándose cualquier procedimiento que conllevara informes de instituciones como el CES o el Consejo Jurídico, y éstos, en vez de poner el grito en el cielo, sólo han seguido mirándose, unos el ombligo, y otros a los 'Salzillos'.

La Asamblea se permitió insultar a un millón y medio de ciudadanos aprobando una Ley de Presupuestos tan hipócrita como absurda, tan irreal como imprecisa, y todo esto, con el visto bueno de quienes decían haber venido a dignificar las instituciones.

Ya nadie espera nada de un Parlamento a la deriva; la dignidad, 'gracias' principalmente a Ciudadanos, se ha perdido en el túnel del tiempo; del diputado de Vox y del PP nadie espera nada, son el brazo político de CROEM, y lo mejor, es que no se esconden, lo que, sin duda, les hace pequeños como políticos, pero les engrandece reconocer su probada dependencia.

El otro día, un buen amigo mío, ex diputado, pero sobre todo honesto, me dijo con cierta nostalgia: «Nunca algunos pensaron llegar tan alto, ni la Asamblea caer tan bajo».