Hoy, 9 de junio, día en el que conmemoramos el trigésimo octavo aniversario de la constitución de nuestra Comunidad Autónoma, vivimos una jornada muy especial, todavía conmocionados por la repercusión de la crisis sanitaria provocada por el desconocido y cruel virus covid-19.

Durante estos últimos meses hemos vivido situaciones inéditas: el fallecimiento de miles de personas en toda España, 149 de ellas en nuestra Región; la declaración del estado de alarma; el confinamiento de la población; la desoladora situación de nuestros mayores, a quienes ha afectado especialmente esta pandemia... vivencias que la población española en general, y la de la Región de Murcia en particular, han sobrellevado con una madurez y una responsabilidad dignas de sincero elogio.

El ejemplo a seguir lo han marcado con su entrega todos los profesionales que han trabajado en primera línea, muchas veces sin los imprescindibles medios, en la lucha contra la pandemia. Ángeles, con uniforme o sin él, movidos por su vocación de servicio, o por puro altruismo. Ellos son los responsables de la mayor ola de solidaridad de la historia, sirviendo de acicate y ejemplo al resto de la población, que con su actitud cívica y responsable se han convertido en 'héroes sin capa', sin cuya colaboración hubiera sido imposible frenar la expansión del virus.

En estos momentos es un inmenso honor presidir la institución que representa la voluntad del pueblo de la Región de Murcia. Sin embargo, les confieso que, hoy más que nunca, supone una enorme responsabilidad el desempeño de ese cargo.

El comportamiento ejemplar de los ciudadanos de nuestra Comunidad Autónoma entraña una reciprocidad y exige a sus representantes políticos estar a su altura y emular su ejemplo, máxime cuando el futuro inmediato se presenta tan incierto. Solo desde la unidad podremos hacer frente a esta terrible crisis a la que nos enfrentamos, reactivar el tejido productivo y recomponer socialmente nuestra Región para que recobre la normalidad cuanto antes.

Tenemos que remar todos en la misma dirección, sumar y no restar, tender puentes y encontrar soluciones consensuadas eficaces. Es prioritario dejar a un lado la crispación política y centrarnos en lo que verdaderamente importa: la resolución de los problemas y la adopción de medidas que minimicen el impacto de la pandemia.

Hay que ser exigentes, hacer propuestas constructivas y estar vigilantes, promoviendo el diálogo. Parafraseando a Carmen Iglesias, directora de la Academia de la Historia, «alcanzar la concordia por el bien de las generaciones futuras es esencial para poder salir de esta pandemia y de todos los problemas que se nos vienen encima».

El virus ha dejado un reguero de muerte y tragedia a su paso, pero también ha potenciado valores de nuestra sociedad como el altruismo y la solidaridad, y ha demostrado las bondades de la cooperación, un capital nada desdeñable para afrontar el futuro.

Como presidente de la Asamblea Regional de Murcia me comprometo a poner todo de mi parte para fomentar el acuerdo, derribar muros y consensuar propuestas. Solo así conseguiremos que la Comunidad Autónoma resurja social y económicamente.

Pese a las adversas circunstancias, y emocionado por el recuerdo de las 149 personas fallecidas en nuestra tierra, les deseo muy sinceramente un feliz Día de la Región.