Si no conocen estos días de teletrabajo y mascarillas los arrozales de Calasparra no siga leyendo, cojan su coche y acérquense a este rincón del Noroeste murciano. Vayan hasta su antigua estación, dos kilómetros más tarde verán que hay paisajes en nuestra Región que parecen sacados de un cuento.

Ya hemos pasado a la segunda fase, y tenemos los mismos problemas que en la primera, es decir, las madres y padres no tienen con quién dejar a sus hijos ahora que deben incorporarse a sus trabajos, quienes los tengan; los dirigentes educativos regionales siguen despejando balones en dirección Moncloa, igual que sus hermanos de Cultura, Medio Ambiente y Empleo, incapaces de aportar la más mínima solución, todos, igual que el presidente, se han aprendido la lección a la primera: 'La culpa de todo lo malo que nos pasa, la tiene Pedro Sánchez', y si alguien habla de que Rajoy no modificó la ley de financiación en siete años que estuvo en el Gobierno fue por culpa de la herencia de Zapatero.

Los comercios, a partir de esta semana, han vuelto a encender las luces, y el movimiento se nota, principalmente porque en estos dos últimos meses la inmensa mayoría de niños y niñas han crecido, y la ropa y los zapatos ya no les valen, y algunos mayores también hemos crecido, no a lo alto, sino a lo ancho, pero tal y como está el patio y las perspectivas quizás sea mejor hacer dieta que tirar de tarjeta.

Para que podamos pasear por otras provincias con normalidad, asistir a alguna boda o algún funeral tendremos que esperar a encontrarnos todos en la tercera fase, y es que ahora mismo uno no sabe, si se monta en el coche, si puede parar en Totana a tomar café o si tiene que llevar la mascarilla cuando vaya a saludar a su madre.

El calor empieza a apretar, como cada año, las urgencias ya están liberadas, el número de afectados sigue a la baja, y a pesar de todo esto, el miedo sigue en el cuerpo.

Este verano la gente ha decidido dar la espalda al turismo de sol y playa, las casas rurales están con el cartel de 'lleno', se están buscando casas con un trozo de jardín como el que busca una nueva forma de vida, y muchos municipios están empezando a autodeclararse 'turismo seguro', con la esperanza de que los nacionales les elijan para pasar el verano más extraño que se avecina.

Mientras esperamos a malagueños, granadinos, alicantinos y madrileños en la tercera fase, la Región de Murcia no podía dejar pasar la oportunidad de volver a dar la nota política. Esta vez ha vuelto a ser Vox el que nos ha vuelto a poner en las portadas nacionales. Dice Santiago Abascal que lo de Murcia es una crisis de crecimiento. ¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo?

Tres más que se han caído del burro, pero a estos me temo que les han pegado un empujón. ¡Es el mercado, amigos!