En el marco del diálogo social, Gobierno regional, sindicatos y patronal acaban de firmar un documento con cuarenta medidas y 182 millones de presupuesto para la reactivación económica y social de la Región de Murcia. Iniciativas siempre interesantes que, como todo, conviene analizar con ánimo constructivo para intentar que la historia de pactos en nuestra región, que al final quedan lejos de los objetivos planteados, no se repita una vez más. Así que, más allá del llamativo titular conviene ver qué dice la letra pequeña y otros elementos menos destacados del texto.

Para empezar, el documento presenta una importante contradicción en la propuesta de solicitar fondos extraordinarios adicionales no reembolsables (ya aprobados, por cierto, por el Gobierno central), mientras el Ejecutivo regional aprueba más rebajas y bonificaciones fiscales que provocan una pérdida de recaudación en este año igual al gasto total previsto en el acuerdo, cuyo horizonte temporal es un bienio.

Por otra parte, el documento debería informar sobre las fuentes de financiación que sostienen el presupuesto previsto; es decir, si son fondos propios del presupuesto regional (en cuyo caso debería especificarse qué modificaciones presupuestarias implican), si provienen del Gobierno central o son fondos europeos (buena parte de ellos lo son, como es el caso de las políticas activas de empleo).

Esta información es directamente proporcional a la credibilidad de las medidas presentadas, y evidencia el esfuerzo real de cada Administración en el compromiso de la recuperación, cuestión nada baladí dada la tendencia de López Miras a colgarse todas las medallas.

Comentario aparte merecen los objetivos del pacto. Independientemente de la necesidad de procurar protección social y económica a las personas, facilitar liquidez al sistema productivo y combatir la emergencia sanitaria reforzando los servicios públicos (objetivos básicos que todos compartimos), el resto denotan poca convicción, como cuando se habla de «trabajar por la mejora del modelo productivo actual».

El modelo productivo no necesita ser mejorado, sino repensado sobre unas bases diferentes, como la de situar la protección ambiental en el eje central del modelo económico supeditando a ella toda actividad, cuestión que no tiene nada que ver con la vergonzosa coletilla en referencia al Mar Menor incluida en el documento.

Por cierto, el acuerdo mantiene el recorte de la partida para Renta Básica que recogían los presupuestos de la Comunidad, para este año y para el que viene, en un momento de máxima necesidad. Convicción.