A día de hoy no hay que cancelar eventos multitudinarios por el coronavirus.coronavirus

Fernando López Miras

Había pasado el famoso y criticado 8 de Marzo cuando el presidente de todos los murcianos y murcianas, el que ahora se vanagloria en el Senado de ir un paso por delante de todos, dijo en Lorca sobre el coronavirus la frase de este artículo, tal y como recogen los medios de comunicación ese día. Poco después, ya sabemos todo lo que pasó.

Me sorprende que algunos ahora, a toro pasado, digan lo que no dijeron en su momento, y que echen en cara al Gobierno de España su falta de anticipación, su ausencia de prevención.

Si el Servicio Murciano de Salud tenía en ese momento toda su capacidad intacta en las competencias sanitarias, y ahora, su presidente, nuestro presidente, insiste en decir que él ya sabía lo que iba a pasar, ¿por qué no se agilizaron las compras de mascarillas, tests y demás equipos de protección individual? Simplemente porque nadie se imaginaba esto o, mejor dicho, nadie quería imaginarse esto, y menos aquellos que defienden por encima de todo la libertad de mercado y de la economía, incluso por encima de la salud.

Sigamos con la hemeroteca.

Inglaterra, cuyo Gobierno es muy próximo a las posiciones ideológicas y económicas del regional, es decir, del Partido Popular y de Cs; o Francia, donde Macron, presidente de la República, era idolatrado por el entonces líder de Cs Albert Rivera y por los poderes económicos que sustentan al partido de Pablo Casado, tomaron decisiones muy discutidas una semana después de que España entrara en estado de alarma. Francia celebró incluso la primera vuelta de sus elecciones municipales el día 15 de marzo: «Francia desafía al coronavirus',», titulaba uno de los periódicos de mayor tirada y prestigio del país Galo. Hoy Francia cuenta sus fallecidos al nivel de España, unos 25.000, pero mientras nosotros tenemos más de 100.000 recuperados, nuestro vecino apenas rebasa los 50.000.

Boris Johnson, cuyo decálogo programático es primo hermano de la derecha española más profunda, no solo desafió al principio al Covid-19, sino que se reía de él, casi igual que Bolsonaro (Brasil), donde la opacidad y el silencio se parece mucho a lo que ocurre en Corea del Norte o Venezuela, pues otra vez los extremos se tocan. Dos semanas después, el primer ministro británico ingresaba en UCI. Hoy, Reino Unido lleva más muertos sobre sus espaldas que nosotros, por encima de 20.000 mil fallecidos.

Pero volvamos a este rincón del sureste español.

Si el presidente López Miras decía lo referido con la pandemia ya entre nosotros, ¿cómo alguien se puede creer que nos estábamos preparando para que nuestros sanitarios y no sanitarios, tanto del SMS como del Instituto Murciano de Acción Social, afrontaran una pandemia que solo ahora los más listos vieron venir? Más aún: ¿Por qué las residencias iban a poner a los mayores en cuarentena, si el propio presidente decía que «a día de hoy no hay que cancelar actos multitudinarios por el coronavirus»?

Según el dicho popular, entre todos la mataron, y ella sola se murió. Mejor entonces cerramos todos la boca, y nos ponemos a trabajar todos juntos en el futuro. ¿No les parece?