Voy a intentar detallar las razones de ciencia que facilitaron que hubiese unanimidad en la Asamblea Regional de Murcia entre Podemos, Vox, PSOE, Ciudadanos y el PP para, dentro de lo que la Ley y la competencia autonómica permite, legislar condiciones restrictivas muy duras para todas las actividades relacionadas con el fracking.

Quienes promueven el fracking suelen utilizar las técnicas de los manuales de comunicación como los que se estudian en las facultades de Ciencias Políticas, donde puedes aprender a orientar el pensamiento del oyente hacia el interés del comunicador. Los profesionales que emplean esta técnica en su vertiente más ética suelen trabajar en el área del marketing; los demás pueden tener responsabilidades en el gabinete de los políticos. La frase «dame dos telediarios» hoy es una realidad, gracias a esa técnica y a la televisión.

Es una técnica sencilla. Se inicia la exposición con verdades irrefutables: 'dependencia energética de España del exterior', y tras esta verdad, por todos conocida, se presupone que lo que se escribe a continuación es también cierto. Pero no es así en la mayoría de ese tipo de discursos.

Las políticas energéticas europeas están orientadas hace años hacia energías limpias, no contaminantes y sin riesgos para la salud. La energía fotovoltaica en España vuelve a ser lo que nos diferencia y nos potencia, frente a otras zonas geográficas. Las multinacionales presentes en el sector y los proyectos en funcionamiento y aprobados en este tipo de energías solares tanto convencionales como de concentración son innegables y se han multiplicado por quince en Murcia con varios megaproyectos en marcha.

Iré al fondo de la argumentación de quienes intentan reforzar sus tesis recurriendo a que son estrategias prioritarias, apoyados en nuestra dependencia energética, y utilizando banalmente el miedo al futuro que, no sabría si calificar de oportuna o de oportunista, le concede la dramática situación en que vivimos.

Si debemos reflexionar sobre estrategias prioritarias, lo adecuado sería pensar en asegurar la producción de alimentos, por ser la primera y principal 'actividad esencial' protegida y asegurada por el actual estado de alarma.

Un extraordinario profesor, titular en la universidad de Almería, en un Congreso sobre Seguridad Alimentaria que organizó en Murcia José Ballesta en su etapa de rector de la UMU, me dijo, hablando de los transgénicos, una frase que nunca he olvidado porque la comprendí en toda su magnitud: «El control sobre la producción de alimentos será, en un futuro no muy lejano, más estratégico que el control del petróleo y de las fuentes de energía».

Estamos informados acerca de que Europa necesita para alimentar a sus millones de cerdos, vacas, cabras y ovejas, millones de kilos diarios de maíz y soja que le compramos a Trump y a Bolsonaro (EE UU y Brasil), procedente de cultivos transgénicos y que aquí no se producen porque es mas barato importarlos. ¿Somos conscientes realmente de que el cierre durante unos pocos días del puerto de Nueva Orleans cuando el huracán Katrina, casi colapsa el abastecimiento de carne, leche y cereales en toda Europa porque no podían salir los barcos con el grano?

Ahora que entendemos que las mascarillas hay que fabricarlas en España, y los equipos de protección, y los kits de test rápidos y los PCR, podemos poner en contexto práctico el concepto de 'estrategia'.

Me pregunto si la comida que necesitamos para alimentar, al menos a nuestros animales, en un país con las posibilidades agrícolas de España, también debería cultivarse aquí mayoritariamente, si es que tenemos la capacidad y la intención de producirla.

Sobre al fracking, hoy no cabe duda de la importancia de proteger la salud.

En Reino Unido, el Tyndall Centre de la Universidad de Manchester realizó en enero de 2011 un estudio sobre el impacto de la extracción de gas de pizarra ( fracking ), uno de los más completos de los que se dispone actualmente. El informe señala respecto a la contaminación de acuíferos: «Existen evidencias a partir de la experiencia de EE UU que sugieren que la extracción de gas de pizarra comporta un riesgo significativo para la contaminación del agua subterránea y de superficie».

Los químicos, utilizados en el proceso de extracción. Los análisis de estas substancias muestran que muchas tienen propiedades tóxicas, cancerígenas o peligrosas. A pesar de la poca información suministrada por las empresas operadoras, numerosas sustancias utilizadas como aditivos han sido clasificadas por organismos de control europeos como de 'atención inmediata' debido a sus efectos potenciales sobre la salud y el medioambiente. En particular, 17 han sido clasificadas como tóxicas para organismos acuáticos, 38 son tóxicos agudos, 8 son cancerígenos probados y otras 6 son sospechosas de serlo, 7 son elementos mutagénicos y 5 producen efectos sobre la reproducción.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) concluyó en 2016 que todas las etapas del proceso de fracturación hidráulica pueden contaminar el agua potable. El informe final analizó la evidencia científica respecto a los impactos potenciales asociados a las etapas que conforman el ciclo del fraccionamiento hidráulico: 1. la adquisición de agua para el fraccionamiento hidráulico; 2. la mezcla del agua con aditivos químicos para preparar fluidos de fracturación hidráulica; 3. la inyección de fluidos hidráulicos de fracturación en la producción; 4. la recolección de aguas residuales que retornan a través del pozo después de la inyección, y 5. el manejo de las aguas residuales a través de métodos de eliminación o reutilización. El Congreso estadounidense ha desvelado las substancias tóxicas que inciden negativamente en la salud pública y atentan contra la bioesfera.

Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU, la Agencia Internacional para Investigación del Cáncer y la Agencia de Protección (sic) Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), el benceno es un carcinógeno humano, mientras que la exposición crónica (sic) al tolueno, etilbenceno o xilenos puede también dañar el sistema nervioso central, el hígado y los riñones

El informe del Parlamento Europeo de 2011 sigue la misma línea de admitir los evidentes riesgos para la salud pública y el medio ambiente.

Los defensores del fracking suelen afirmar que 'ciertos informes podrían' suponer un abastecimiento energético para España durante décadas. Sin embargo, salvo en Estonia, y en otra región muy concreta, en Europa no se dan condiciones geológicas ni sísmicas parecidas a la zonas de los campos americanos de fracking, según aparece publicado en el informe oficial del Consejo Mundial de la Energía, páginas 38, y las páginas 58 y siguientes, con unas estimaciones muy alejadas de esa afirmación. El mapa de España no aparece ni marcado.

El año pasado, Reino Unido prohibió el fracking por la imposibilidad de predecir los seísmos derivados de su técnica de extracción, según el informe OGA.

Pero lo más 'gracioso', si puede decirse así, y lo que sacará de sus dudas a los defensores del fráking, es que éste solo ha sido viable económicamente, dado su elevado coste de infraestructura, si atendiendo al ratio 'coste de producción/precio de venta', el precio del petróleo se situara por encima de los cincuenta dólares por barril.

Hoy, el día previo a la publicación de este artículo, el precio del petróleo es de diez dólares/barril, el más bajo en dieciocho años. Los arruinados inversores americanos del fracking han entrado en pánico, piensan hasta en rellenar sus pozos nuevamente y ya no cuentan con respaldo financiero. Los proveedores empiezan a abandonar los gigantescos depósitos de químicos, que serán un nuevo problema, no previsto ni evaluado.

La decisión saudí de inundar el mercado con petróleo se debe a la negativa de Rusia a reducir significativamente la producción. Moscú quiere un petróleo más barato para así expulsar del mercado a los productores de petróleo no convencional de EE UU, que extraen crudo por medio del fracking. De momento, lo han conseguido y muchos tratan de vender a Europa sus viejas instalaciones. Para ello deberán convencer a algunos desinformados.