Sant Jordi salvó a la princesa matando con un golpe de espada al feroz dragón de cuya sangre brotó un hermoso rosal. El 23 de abril, se celebra su festividad y en Cataluña, su fiesta, para eso desde el siglo XV es el patrón.

También es el Día Mundial del Libro, que coincide con la muerte de Shakespeare y Cervantes, y desde 1931 los catalanes conmemoran esta doble festividad, ellos regalando rosas a ellas y ellas a ellos, las últimas novedades literarias. Aunque a algunas feministas estos obsequios les provoquen urticaria, a mí siempre me ha encantado esta hermosa y arraigada tradición que conozco bien porque tengo familia en Barcelona. Y qué tristeza tan grande que el coronavirus haya aguado la fiesta de este año aunque muchos no se resisten y la celebrarán por todo lo alto, eso sí, on line, nada de pasear por Las Ramblas.

No sé vosotros, pero yo llevo días durmiendo regular; lo de estar encerrada sabiendo lo que pasa fuera no es fácil. Consejos para combatir el insomnio hay muchos pero, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, lo fundamental es acostarse y despertase a la misma hora, puntuales como un clavo. También utilizar antifaz y tapones para los oídos, aunque en casa en estos días de confinamiento solo se escuchan los pájaros. Si eres de los que se despierta fácilmente los gringos también recomiendan usar un ventilador o poner una canción en repetición en Spotify a manera de ruido blanco. La siesta, no más de veinte minutos, fuera televisión e internet por lo menos una hora y media antes de irnos a la cama. Y prohibido beber y comer, también los informativos justo antes de acostarnos. Una ducha bien caliente y tener todo limpio como los chorros del oro, también las sábanas que se recomiendan lavar dos veces por semana. Y beber mucho agua.

Una buena noche de sueño fomenta la liberación y producción de citoquina, la proteína que ayuda al sistema inmunitario a responder con rapidez a los antígenos, encargados de activar nuestra respuesta inmunitaria.

Mucho deporte, mucha meditación, mucha comida sana, pero de lo que de verdad me dan ganas es de salir al estanco y comprarme un cartón de Ducados después de saber que los franceses han descubierto que la nicotina podría impedir al coronavirus fijarse en las células, evitando que la infección se propague. Vaya papelón tienen ahora las autoridades sanitarias para compaginar estos descubrimientos con lo de 'Fumar mata'.

Por si no tuviéramos bastante con lo del tabaco aparece en escena el hortera y estrafalario gobernador de Nairobi para repartir coñac entre sus vecinos del país africano, prometiéndoles que la bebida es remedio infalible contra el virus que todos tanto odiamos. El iluminado de Trump también lleva días gritando a los cuatro vientos que la mezcla de hidrocloroquina y azitromicina es mano de santo; menos mal que los científicos norteamericanos le han puesto la cruz a este peligroso cóctel de fármacos que puede provocar hasta una parada cardiaca.

Mis héroes de hoy: la generación que construyó la España que hoy conocemos desde la democracia, el respeto y la tolerancia. Nuestros padres y abuelos que queremos y admiramos tanto y a los que el virus está matando.

Os quiero. Cuidaos