En estos días de confinamiento con motivo del estado de alarma decretado por la pandemia vírica en la que nos encontramos envueltos durante casi un mes se están desarrollando nuevas habilidades de imaginación entre las personas para poder pisar la calle.

Aunque de todos es bien sabido los supuestos en los que se permite salir a la calle, para garantizar que se puedan desarrollar actividades esenciales o de primera necesidad, algunos se empeñan en poner excusas de todo tipo para eludir los controles policiales que se están efectuando en diversos puntos de la Región los controles policiales .

Estos controles tienen el objetivo de vigilar y controlar que las personas cumplan la obligación de quedarse en casa para poder reducir el número de contagios, como estamos pudiendo comprobar de acuerdo conforme vamos conociendo las cifras día a día.

Entre las excusas más utilizadas durante estos días suele ser bastante recurrente el realizar la compra: de hecho, en ninguna ocasión la bolsa de compra del supermercado ha tenido tanto valor como en estos momentos.

Aprovechan este permiso para poder comprar productos de alimentación, higiene o ir a la farmacia, de manera incorrecta e ilícita, ya que en más de una ocasión utilizan este permiso para hacer otro tipo de gestiones.

Es difícil romper una rutina cuando se lleva haciendo durante mas de diez años, pero, hasta que no se recomiende lo contrario, es importante cambiar hábitos de consumo en pro de una mejor sanidad para todos.

Hay que destacar que la población en general está respondiendo con ejemplaridad, pero aún existen unos inconscientes que pretenden burlar las recomendaciones para acabar con este difícil momento.

Por otro lado, tenemos el caso de los paseadores de perros, sobre los que las redes sociales ya se han hecho eco a través de memes, sobre esta situación.

¿El mismo perro paseado por distintas personas y cortos espacios de tiempo? Pues, aunque parezca mentira, esto está ocurriendo con frecuencia, hasta el punto de que el propio animal ya no tenga ganas de salir.

Seguramente en cuestión de días se empiecen a levantar restricciones, permitiendo realizar deporte de manera controlada o salir con niños, imitando de esta manera a países vecinos como Francia, Bélgica o Italia, pero para poder llevar a cabo estas restricciones es muy importante esperar.

Quien espera, desespera, por ello es importante darle a la cabeza para poder ingeniárselas y tomar iniciativas que no hagan de una obligación el salir a la calle e intentar utilizar servicios de venta a domicilio o asistencia a personas.

Con la llegada del puente de Semana Santa, los controles policiales se verán incrementados para verificar de forma mucho más eficaz que se está cumpliendo el confinamiento.

Es por ello que hago un llamamiento a aquellos que se les ha pasado por la cabeza el poder disfrutar de unos días en la playa: que no corran ese riesgo, ya que mas alto y más concreto no se puede decir: quédate en casa.

La recomendación para no salir de casa no responde a ningún mandamiento autoritario que faculte a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para ejercer su potestad sancionadora cuando le venga en gana, de hecho existen casos especiales en los que diariamente se están dando en los controles policiales, como puede ser el de acompañar a una persona impedida a un centro sanitario, suministrar productos básicos a un familiar cercano o acudir al centro de trabajo.

En todas estas situaciones, independientemente de que todos sepan los casos concretos en los que se está permitido circular por la calle, está claro que existen supuestos muy concretos en los que es comprensible que el agente de la autoridad entienda la situación.