Ha cruzado la Antártida desde la costa hasta el Polo Sur sin asistencia y prácticamente en solitario, ha escalado las montañas más altas de cada continente, participado en varias ediciones del Dakar y es corredor habitual de ultramaratones. De Albert Bosch no había oído hablar hasta que ayer me encontré en Instagram con una charla suya en directo y fue reconfortante escucharlo.

Para este emprendedor y aventurero, en esto del coronavirus somos exploradores de unos territorios desconocidos para los que no existen caminos ni mapas. ¿Y cómo transitar por ellos? le preguntaron. Estas son algunas de sus pautas: haz de la forma correcta lo que dependa de ti, decide bien y rápido, sé humilde, libérate de los prejuicios, busca fuentes fiables y trata de no repetir errores ajenos. Bosch, quien habló también de la serenidad y la aceptación como caminos para enfrentar esta confusa y complicada situación en la que nos encontramos, señaló también algo que me pareció clave: no somos dueños de nuestras circunstancias, pero sí de la actitud que tomamos hacia ellas. Preguntémonos entonces desde qué posición queremos vivir lo que está pasando: ¿positivamente? ¿negativamente? Esa es nuestra elección; es nuestra vida y esto va de verdad. Solo nosotros podemos decidir el rumbo a tomar. Yo lo tengo claro: quejas, ninguna, no tengo motivo; planes, a corto plazo: deporte, escribir y dormir mucho, nos estamos 'reseteando'.

Al final de la charla le preguntaron por su explorador favorito: «Ernest Shackleton, sin dudarlo». Pero fracasó en su aventura, le recordaron: «No consiguió cruzar la Antártida, pero sí que toda su tripulación regresara con vida tras casi dos años de sobrevivir atrapados después de que el hielo bloqueara, triturara y hundiera el mítico Endurance, el barco en el que viajaban. Esa fue su verdadera hazaña». Yo también admiro al irlandés, un verdadero líder que supo gestionar una situación dramática y poner en valor el trabajo en equipo; en la vida siempre me han acompañado dos de sus frases que ahora tanto me están ayudando: «Las dificultades son, simplemente, cosas que hay que superar», y «El pesimismo es el primer paso para ser cobardes».

En estos días de confinamiento encuentro de todo en las redes sociales, también héroes y villanos: en la primera categoría me gustaría incluir a cada una de las 14.709 personas que han superado el coronavirus en España. Lo de villanos me lo reservo para Trump, al que no le ha temblado la voz al decir que si se quedan con 100.000 muertos habrán hecho un buen trabajo, y para el rey de Tailandia, que ha abandonado su país para largarse a pasar el confinamiento con veinte concubinas a los Alpes alemanes.

Quiero terminar uniéndome al tirón de orejas que hoy en uno de sus artículos le ha dado Ángel Sánchez Harguindey a las televisiones por su 'reiteración y morbo' en el tratamiento de la pandemia; ya está bien de recordarnos mañana, tarde y noche lo mal que van los mercados, el apocalipsis laboral y el número de muertos y hospitalizados. Yo por eso hace ya muchos días que no veo los telediarios, no quiero amargarme. Por cierto, si tu mayor preocupación en la cuarentena es que estás muy aburrido eres muy pero que muy privilegiado.

Os quiero. Cuidaos