Que no se confunda el Gobierno local de Murcia con la actitud colaboradora en esta crisis del coronavirus que están mostrando tanto Ciudadanos como el PSOE, cuyos responsables están compareciendo junto al alcalde de Murcia, José Ballesta, y al resto de portavoces de Podemos y de Vox. Por lealtad, están sumando esfuerzos para sacar adelante el municipio capitalino, que es la localidad de la Región que más afectados presenta y que tiene una importante bolsa de parados, sobre todo, en el sector joven que lo va a pasar muy mal para recuperar lo que tenía o labrarse alguna perspectiva de futuro más allá de los contratos precarios.

Que no, que no se confunda el PP con esas imágenes que trasmiten las reuniones de coordinación y las negociaciones para hacer un plan de salud municipal. Que no le confunda las fotos y las luces de los flashes porque el PSOE tiene un plan más allá de esta crisis del coronavirus, del que ya ha lanzado el primer aldabonazo. Lógicamente, la atención a otros asuntos que no sean el maldito virus no está encontrando eco en nuestras vidas, pero eso no significa que no estén ocurriendo cosas y que esas cosas nos transmitan una serie de claves para poder atisbar lo que llegará después de que hayamos superado la pandemia.

Los socialistas han comenzado ya a poner en marcha la maquinaria para desarrollar el plan que tienen cuando baje la marea del Covid-19. El PSOE en el Ayuntamiento de Murcia, comandado por José Antonio Serrano, ha anunciado que llevará a los tribunales a José Guillén, el concejal de Desarrollo Urbano y Modernización de la Administración, por no facilitarle la información solicitada acerca de los jardines y de la contrata de zonas verdes, que es una de las más cuantiosas que tiene el consistorio murciano.

El anuncio lo ha hecho el edil socialista Antonio Benito, que sufre esa falta de información y que ha gritado ‘basta ya’. La amenaza de los juzgados ya parece haber surtido efecto y Guillén, mano derecha y escudero de Ballesta -lo lleva acompañando desde que el ahora alcalde fuera rector de la UMU- ha aflojado los papeles sin necesidad de que medie un juez de por medio.

Si piensa el edil popular que la cosa se ha quedado ahí no ha entenido la estrategia de los socialistas, que han mordido y han encontrado magra en el contrato de Parques y Jardines, al igual que hiciera el primer teniente de alcalde y concejal de Fomento, el naranja Mario Gómez, que se ha convertido en el azote del Gobierno de coalición que sostiene.

Por lo pronto, el PSOE va a exigir que se dirima todo en la comisión de revisión de los grandes contratos, en los que se verá los incumplimientos que, según los socialistas, ya tienen más que constatados y que suponen un varapalo para Guillén, que estos días no ha paralizado la construcción de jardines (con el consiguiente riesgo para los operarios de contratas y subcontratas), lo que al parecer le llevó a tener palabras gruesas en la pasada junta de gobierno con un compañero de filas que, en tono irónico, le llego a decir si andaba inaugurando pantanos. En ese contexto, también se ha producido una denuncia de CC OO, que echa en cara al Gobierno local no haber limpiado ni desinfectado el área de Informática, donde un trabajador ha dado positivo en el virus y al que acuden a diario los funcionarios porque les obliga su jefe-concejal de turno.

Los socialistas, tras anunciar la denuncia, se han lanzado a revisar facturas como sabuesos con la intención de no pasar ni una y dar un buen revolcón a ciertos concejales que andan muy cómodos en sus despachos, instalados en una gestión rutinaria y sin que nadie les tosa. El control del gasto público por parte del PSOE en la capital será feroz porque los tiempos que llegan no están para gastos superfluos como flores, pinos navideños y pasacalles a todas horas, un sacrificio que al PP le costará bastante hacer a la vista de lo que acostumbra cada vez que hay un evento de por medio en el que puedan sacar partido. El primer grupo de la oposición va a hacer una apuesta fuerte tras el virus, que para el común de los mortales también supondrá un antes y un después. Por nadie pase.